La apertura de importaciones continúa golpeando con dureza a la industria fueguina, en un contexto de creciente incertidumbre laboral y fuerte caída del poder adquisitivo. Desde el sector metalúrgico expresaron su preocupación por el avance de productos extranjeros en el mercado argentino, lo que ha desplazado a la producción nacional en rubros clave.

En una reciente conferencia de prensa, se destacó que el 96% de las cocinas microondas que actualmente se comercializan en el país son de origen importado. Este fenómeno se intensificó tras la eliminación de medidas de protección como el antidumping, que hasta hace poco resguardaba algunos productos fabricados en Tierra del Fuego.

Además, se alertó sobre la pérdida de líneas de producción completas, como en el caso de los lavarropas, debido al ingreso masivo de bienes del exterior que compiten en condiciones desiguales con la industria nacional.

En paralelo, el sector atraviesa una etapa de conflicto y movilización, centrada en tres reclamos prioritarios: continuidad laboral, condiciones de trabajo y recomposición salarial. Se denunció una fuerte pérdida del poder adquisitivo, profundizada por la reciente devaluación y el impacto de la inflación en los productos básicos y servicios esenciales como salud, vivienda y educación.

Actualmente, el sector cuenta con cerca de 4.500 trabajadores y trabajadoras entre efectivos y contratados, pero la falta de políticas de resguardo a la industria fueguina amenaza con generar una nueva ola de desempleo si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia.

El panorama refleja una realidad compleja para la producción local, en un escenario donde la competencia con bienes importados y la falta de previsibilidad ponen en jaque el modelo industrial del subrégimen de Tierra del Fuego.