
En el marco de una estrategia de optimización de recursos, Aerolíneas Argentinas confirmó el cierre de sus oficinas comerciales en Ushuaia, San Juan, El Calafate y Jujuy. Esta medida se enmarca en un plan más amplio para reducir costos y mejorar el balance financiero de la compañía, que busca adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo y la tendencia hacia la digitalización de sus servicios.
Según informó la empresa, la venta presencial representa actualmente menos del 1% del total de los tickets emitidos, lo que ha llevado a que las sucursales físicas sean cada vez menos comunes en la industria aérea. En su lugar, la página web se ha consolidado como el principal canal de venta directa, alineándose con las prácticas globales del sector.
El personal que actualmente trabaja en estas oficinas no será despedido, sino que será reasignado a los aeropuertos locales para reforzar los puestos operativos. De esta manera, Aerolíneas busca garantizar que la atención comercial siga disponible para sus pasajeros, aunque con un enfoque más funcional y acorde a las necesidades operativas actuales.
Desde la compañía estatal destacaron que esta política de reestructuración, iniciada a principios de año, ya ha logrado una reducción del 80% en el déficit de la empresa en comparación con 2023. Estas acciones responden, además, a los lineamientos del Gobierno de avanzar en una posible privatización de la aerolínea, lo que ha generado presión para mejorar su desempeño financiero.
El cierre de estas sucursales refleja no solo un esfuerzo por mejorar la eficiencia, sino también la adaptación a un panorama donde la digitalización redefine la interacción con los clientes. A pesar de los cambios, la empresa aseguró que continuará ofreciendo sus servicios con estándares de calidad, apostando a la modernización y sostenibilidad.
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