Crece el temor entre los empleados de la ex Ambassador Fueguina (AF) de quedarse en la calle. En julio se termina el contrato que tienen con Mirgor, la actual dueña de la fábrica, y aún no tienen novedades de lo que va a pasar en el futuro.
“A muchos les preocupa que no se les renueve el contrato, al no haber acá trabajo tienen miedo de que la empresa los deje en banda”, le confirmó una fuente cercana al tema a Noticias Argentinas.
Lo cierto es que aún no hay ni miras de que la planta de la ex Ambassador ubicada en Ushuaia vuelva a abrir las puertas. Ninguna fecha próxima de apertura ni mucho menos. “El tema de Mirgor está parado, el edificio de la ex AF no tiene movimiento para nada”, aseguran los trabajadores.
En un primer momento, cuando Mirgor se hizo cargo de la planta, sus ejecutivos prometieron grandes mejoras y reformas para actualizar las instalaciones de la fábrica y hacerla competitiva, pero hasta ahora nada de eso se concretó.
“Sabemos extraoficialmente que estuvieron limpiando el galpón (donde funciona la fábrica), había muchas refacciones para hacer y muy importantes, todo dependía de para que la iba a usar Mirgor, pero los trabajos se frenaron”, indican.
Mucha incertidumbre y ninguna respuesta
Con respecto al compromiso asumido con el personal a comienzos del año pasado, Mirgor está cumpliendo como lo acordó con el juez en el expediente. Está pagando 18 meses de sueldo independientemente del funcionamiento o no de la planta.
Pero después de esa fecha la incertidumbre es total. “Están cumpliendo con el contrato de 18 meses, pero eso finaliza ahora en julio y no sabemos que pasará porque ellos no le dan respuesta a la gente, mucha gente le escribe al jefe de Recursos Humanos pero no les dan ninguna respuesta”, aclaran los operarios.
Al mismo tiempo explican que “hubo un grupo que habló con nuestro abogado Néstor Sánchez Otharán y él era el que estaba haciendo de intermediario con Mirgor para que nos dieran alguna respuesta, para saber que va a hacer la empresa después de julio, pero todavía no sabemos nada”.
“Va a terminar el contrato como corresponde y después dependerá de la suerte de cada uno porque no se ha reactivado la planta, además de todos los problemas que actualmente está atravesando la industria”, completan con total desazón.
Los empleados de la ex Ambassador fueron fundamentales para que el Grupo Mirgor se quede con las instalaciones tras la Quiebra decretada por los anteriores dueños, pero la lealtad de la familia Caputo parece durar sólo 18 meses.
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