En las últimas horas, se erradicó una denuncia en los tribunales de la ciudad de Ushuaia dirigida a Adrián Schiavini, biólogo e investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, dependiente del CONICET) y a las protectoras de animales por la erradicación de conejos.
Los denunciantes fue la Dra. Griselda Engelhard, integrante de la Asociación de funcionarios y Abogados en Defensa de los Derechos de los Animales (AFADA), la misma acusó a dicho científico de ingresar gas fosfina ilegalmente, con el fin de contralar la plaga de la especie lagomorfo (conejos) en las proximidades del edificio.
Dicha acción fue anulada automáticamente por la Justicia Federal, pero sorpresivamente recibió un amparo de las protectoras en el 2020. Hasta la actualidad, se desconoce como este gas pudo ingresar a la provincia, ya que “es altamente tóxico y venenoso”. De igual manera Schiviani negó todo tipo de acción delictiva, ya que “se compra por correo electrónico, uno lo paga y te lo mandan. Es absolutamente legal”, este lo habría adquirido Bahía Blanca y tiene los comprobantes que justifican el envío y facturas abonadas.
Asimismo, en cuyo caso se están solicitando y resguardando todo tipo de pruebas para conocer como ingreso esta sustancia a Tierra del Fuego, “también se pueda saber quiénes intervinieron. Es un gas peligroso para los seres humanos y no sabemos dónde está” detalló la Dra. Engelhard.
Cabe destacar que, Schiviani refutó los dichos sobre la utilización de la sustancia, “la abogada se está pegando un terrible tiro en el pie con esta acusación”. No obstante, el incremento reproductivo de los “conejos de Castilla” se ha convertido en una causa de interés nacional, ya que es una especie considerada exótica, la cual debe tener los recaudos protección especifica por los daños ambientales que puede causar los mismos. Claramente, esta explicación fue repudiada por los organismos de la AFADA y ARAF catalogándolo como una amenaza a la fauna silvestre y diversidad biológica.
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