El presidente de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, se refirió a su aprobación al proyecto de ampliación del ejido urbano que está en la Legislatura, pero resaltó que el mismo, debe contemplar el impacto que puede generar en la ciudad, en sus habitantes y sobre todo en el turismo, por lo cual insistió en que se debería priorizar en un mejor uso de la tierra y que el ordenamiento sea adecuado.
En ese marco, Julio Lovece, quien se desempeña como autoridad de la Fundación Ushuaia XXI, hizo hincapié en el proyecto presentado y dijo “ambientalmente, el tema merece más análisis y yo confío en que luego de la decisión política de ampliar el ejido urbano se van a tomar los recaudos para que no se repitan los problemas que tenemos en Ushuaia. Es una ciudad que se ha embellecido mucho en las últimas décadas, pero en el aspecto urbano y ambiental todavía tiene muchas deudas pendientes”.
A su vez, sumó que “el proyecto de ampliación del ejido ya tiene varios años. En algún momento hablé con quienes impulsan ese proyecto y consideramos que el ejido urbano de Ushuaia tiene que ser ampliado. No coincidimos en la extensión porque se habla de un proyecto que incluye a Almanza y hacia el norte toda la costa del Lago Fagnano, los centros invernales, la zona del Fagnano, de Almanza, de Túnel, estarían dentro del ejido urbano y me parece una exageración”.
En esa misma línea, Lovece remarcó que “he hablado con otra gente y coinciden en que es una locura, y son cosas que se van a tener que debatir. Yo desconozco qué hay detrás del proyecto, si hay un plan que garantice un mejor uso de la tierra y un ordenamiento, para no replicar los problemas que seguimos teniendo en Ushuaia”.
En este sentido, resaltó algunas de las incongruencias que persisten en Ushuaia “es una ciudad que no ha sido bien planificada desde el comienzo, siempre fue detrás de una improvisación y una demanda de tierras que nunca estuvo satisfecha”.
Asimismo, Lovece profundizó en los factores que se deben tener en cuenta al momento de avanzar con el proyecto “gran parte de la afluencia turística está concentrada en el sector sur y creemos que cualquier proyecto de ampliación del ejido urbano no puede estar ajeno a las otras actividades. Es un proyecto que atraviesa a todas las actividades y si no está bien pensado, si no es prolijo y no responde fielmente a un plan, genera inquietud. Yo he criticado que a veces se toman decisiones políticas que no van de la mano con lo técnico, si uno conversa con un ingeniero o un arquitecto, seguramente van a tener diferentes opiniones y muchos de ellos se van a mostrar preocupados por este tipo de proyectos que a veces dejan muchas dudas”.
En cuanto al impacto que se puede producir en el sector turístico, detalló que “tenemos que ver qué cantidad de gente estamos dispuestos a recibir. Podemos seguir creciendo muchísimo más y es bienvenido que venga más gente, pero me parece que el Estado tiene que hacer otro tipo de análisis, que tiene que ver más con lo cualitativo que con lo cuantitativo”.
Por lo cual, agregó a modo personal que “particularmente me parece que Ushuaia no ha llegado al techo, pero está mostrando algunos indicios que generan preocupación en cuanto a esta idea de transformarla en destino de turismo masivo. Existe la costumbre de concentrar y la isla de Tierra del Fuego tiene atractivos que, si sabemos aprovecharlos, pueden abrir el abanico de posibilidades porque da para mucho más. La zona norte es un tema pendiente, pero a veces caemos en el error de creer que el turismo genera beneficios solamente a través de la presencia efectiva del turista. A menos que el turista esté pisando ese lugar, parece que no se ve beneficiado y a veces los beneficios del turismo son indirectos”
Por último, el presidente de la Fundación XXI propuso que “hay lugares que pueden producir los insumos que se consumen donde hay turismo. Debemos tener la habilidad de desconcentrar y habilitar sectores que son emblemáticos, como Yehuin, el Corazón de la Isla, San Pablo, que están desaprovechados desde lo turístico. Antes la ruta era toda de ripio y llegar a San Pablo significaba más tiempo, pero hoy la ruta 3 está toda pavimentada, el camino que va a San Pablo es bellísimo, pero no tenemos las comodidades y la infraestructura que se necesita, como un lugar para almorzar, baños, que son las materias pendientes que nos quedan”, cerró Julio Lovece.
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