Carlos Bravo es pescador artesanal de la ciudad de Ushuaia y dialogó con FM Masters donde se refirió a la situación actual que atraviesa el sector.
Al respecto, precisó que “nosotros estamos separados porque tenemos tres zonas de pesca. Esto se separa en zona 1 acá en Ushuaia; zona 2 que es Almanza y zona 3 por Moat. La centolla vive frente a Ushuaia, cerca de Almanza hay menos y en Moat predomina el cangrejo. Nosotros no hacemos otra cosa que levantarnos temprano y elaborar una comida que va a la mesa de todos los que viven acá.”
En este sentido, recordó que “impulsamos la emergencia que no nos queda cómoda porque nosotros tenemos que estar pescando. Tenemos personas que hacen de nuestra administración de pesca puestas para ese fin y pasaron cuatro años de gobierno y hoy los tenemos de vuelta y no nos pueden explicar por qué no tenemos un muelle, por qué la planta la tiene la Municipalidad de Ushuaia y no ha logrado la puesta en marcha y del pescador de costa ni se habla. Un robalero pesca 3 toneladas todos los meses y es perseguido porque le secuestran las redes.es muy conflictivo ser robalero”.
“Lamento mucha no poder vender nada en Semana Santa ya que la política no nos favorece porque no podemos pescar y menos vender porque el punto de venta de clúster también está cerrado. En el 2018 éramos 18 pescadores, hoy quedan seis y de ellos pescan dos. Es una locura y el Estado nos tiene que favorecer. No puede ser que una persona nos margine detrás de un escritorio.”
Con respecto al escándalo de la pesca ilegal de centolla, comentó que “los pescadores no podemos hacer eso porque tuvimos una presión de parte de Pesca. Nos tienen hartos y estamos enviando diversas notas y van a estar todos los actores delante de los legisladores y les vamos a contar por qué somos solo cuatro pescadores en una zona tan hermosa maravillosa. Es un producto que vive acá y es imposible de llevarlo a la mesa en menores valores porque los gastos y restricciones son imposibles. Nos quieren cobrar 28 mil pesos por jaula y ellos son 60 contra cuatros pescadores.”
“Nosotros pensamos que la centolla primero se tiene que comer acá y bien puesta en valor acá. Lo curioso es que nuestro intendente Walter Vuoto es cliente de nosotros porque nos compra centolla y es de conocimiento público. No voy en contra de los trabajadores, pero no puede ser que no podamos procesar en una planta de crustáceos que es nuestra y el muelle está ahí también”.
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