La exintegrante de la Armada Argentina que denunció haber sido abusada sexualmente por un superior suyo en el interior de la Base Naval Ushuaia relató los hechos en el inicio del juicio oral del caso, mientras que el acusado se negó a prestar declaración indagatoria, informaron a Télam fuentes judiciales.
“Lucía”, como se identifica la víctima ante los medios de comunicación, sostiene que el suboficial principal Reinaldo Cardozo, de 56 años, abusó de ella dentro de las instalaciones militares, cuando se desempeñaba como marinera en 2013 y 2014.
Los hechos sometidos a investigación incluyen distintos episodios de tocamientos y acoso, pero también una supuesta violación ocurrida dentro del depósito del casino de suboficiales de la base militar.
La mujer de 32 años en la actualidad (tenía 25 al momento de los presuntos abusos) dice haber sufrido persecuciones luego de la denuncia y afirma que como consecuencia de ello terminó excluida de su carrera militar y de su empleo en la Armada. También asegura que debió someterse a un tratamiento psiquiátrico y psicológico para superar lo sucedido.
En el inicio del juicio oral producido esta mañana en los tribunales de Ushuaia, los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla escucharon primero la acusación efectuada por el jefe de los fiscales, Eduardo Urquiza.
Allí se considera a Cardozo probable autor de los delitos de “abuso sexual simple en concurso ideal con abuso sexual agravado con acceso carnal y por pertenecer el imputado a una fuerza de seguridad, los que concurren idealmente con el delito de amenazas coactivas y mediando violencia de género”, según surge del expediente judicial.
Después, el militar fue convocado a prestar declaración indagatoria, aunque sentado en el banquillo de los acusados manifestó su voluntad de no dar su versión de los hechos.
“Es su derecho y no implica presunción de culpabilidad. Simplemente optó por esa estrategia”, explicó a Télam Sofía Barbisán, abogada de la denunciante.
La letrada informó que, de todas maneras, los jueces dispusieron la lectura de las declaraciones prestadas por Cardozo en la etapa de instrucción, donde se proclamó inocente y negó cada uno de los abusos.
Con posterioridad, “Lucía” fue quien se sentó ante los jueces para brindar un pormenorizado relato de las circunstancias en que se habrían producido los abusos.
La declaración fue extensa, y en dos oportunidades los jueces tuvieron que disponer un cuarto intermedio para que la mujer se recuperara de la angustia producida al recordar los acontecimientos.
“Fue durísimo para mí recordar todo lo sucedido, pero también era necesario para poder cerrar esta etapa de mi vida. La defensa de él me quiso confundir con fechas que no tenía tan presentes, luego de 8 años. Para mí ya es importante haber llegado al juicio, después de que nadie me creía dentro y fuera de la Armada”, contó la mujer a Télam.
Según Barbisán, lo trascendente es que su asistida “pudo hacer la declaración y contestar todas las preguntas que le formularon, dentro de un esquema de protección que garantizaron los jueces en el marco de sus funciones y el estado de derecho”, indicó la abogada.
El juicio que inicialmente había sido fijado para 2020, que luego se postergó para 2024 y que finalmente comenzó hoy, continuará mañana con la declaración de psicólogos y peritos forenses.
Según especialistas, el caso puede sentar un precedente histórico porque “ventila hechos sucedidos dentro de una institución militar, pone en juego los códigos de silencio entre miembros de la fuerza y echa luz sobre la violencia de género en ámbitos castrenses”, explicaron fuentes jurídicas consultadas por Télam.
La exmarinera afirma que los abusos se produjeron a partir de 2013 dentro de la Base Naval Ushuaia, cuando su superior, quien casi la doblaba en edad, estaba casado y tenía hijos, comenzó a acosarla sexualmente, aunque otros abusos y persecuciones se habrían producido en 2014, luego de un período en el que el suboficial no estuvo destacado en la repartición.
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