Un reciente incidente en la Laguna de los Témpanos, ubicada en Ushuaia, ha generado un fuerte debate en la comunidad. Un turista israelí, conocido como Afro DJ, fue criticado tras haber puesto música en el lugar, lo que despertó el rechazo de ciudadanos y ambientalistas, al tratarse de un área protegida.
El DJ se defendió en redes sociales, afirmando que no tenía intención de dañar el entorno: “No tengo un sistema de sonido grande de fiesta, solo un parlante pequeño con el que viajo. Me disculpo por esto, mis intenciones son buenas, amo este país y respeto la naturaleza”, expresó. Sin embargo, sus palabras no lograron calmar la indignación de muchos, que exigieron sanciones y un mayor control en la zona.
Nancy Fernández, presidenta de Manekén, fue una de las voces que se manifestaron sobre el caso. En diálogo con la prensa, destacó la importancia de preservar estos espacios naturales: “La Laguna de los Témpanos y las Turberas Asociadas son un área protegida aprobada por ley en diciembre de 2023. Es la reserva de agua más importante de la provincia, abastece al 90% de la ciudad de Ushuaia. Está claramente señalizado lo que se puede y no se puede hacer”.
Fernández también enfatizó que el desconocimiento de la normativa no exime de responsabilidad: “Si alguien hace esto en Machu Picchu o en las pirámides de Egipto, generaría el mismo repudio. No se trata solo de pedir disculpas, sino de asumir las consecuencias. Hay un decreto de 2018 que establece sanciones para este tipo de faltas”.
En cuanto al control, la presidenta de Manekén señaló que aún falta presencia de guardaparques en la zona, ya que “en el Parque Nacional esto no hubiera ocurrido nunca”, dado que cuentan con acceso controlado y personal que resguarda el área. También criticó la práctica de pegar stickers en carteles de señalización: “No me imagino la Torre Eiffel llena de stickers. Parece que en esta tierra se puede hacer lo que se quiere, pero en otros lugares el comportamiento cambia”.
Por último, Fernández insistió en la necesidad de educación y control para evitar este tipo de situaciones en el futuro: “No se trata de prohibir, sino de cumplir las normas. Si alguien quiere hacer un evento, debe pedir autorización, coordinar con las autoridades y respetar los requerimientos”.
Mientras tanto, las autoridades evalúan la posible sanción para Afro DJ, que podría enfrentar una multa de entre 170 y 500 mil pesos. Sin embargo, según Fernández, “el mayor costo no es la multa, sino la exposición pública y el rechazo de la comunidad”.
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