Rodrigo Cárcamo, secretario general de SETIA, expresó su profunda preocupación por la situación crítica que enfrenta actualmente la industria textil en Argentina. Durante una reciente entrevista, Cárcamo destacó el creciente número de cierres de empresas y la pérdida de puestos de trabajo, señalando que no se han implementado medidas efectivas a nivel nacional para mitigar esta problemática.

“La realidad es que la situación se está agravando cada vez más. No solo la industria textil está sufriendo, sino que también otras ramas de la manufactura están experimentando una caída significativa. Es lamentable ver cómo empresas de gran tamaño y trayectoria, como Dánica y Avon, están cerrando sus puertas, lo que resulta en una pérdida masiva de empleos”, afirmó Cárcamo.

El secretario general subrayó que la falta de apoyo gubernamental ha llevado a muchas empresas a considerar la emigración como única opción viable para sobrevivir. “Grupos empresariales del norte del país han ejercido una presión considerable, dejando a la industria textil de Tierra del Fuego al borde de la extinción. Esto no solo afecta el contexto económico, sino que también pone en jaque a grandes empresas que dependen del subrégimen de Promoción Industrial, generando una gran incertidumbre sobre su continuidad en la isla”, añadió.

Cárcamo también criticó la falta de diálogo entre el sector industrial y las autoridades nacionales. “Hemos intentado en múltiples ocasiones establecer un diálogo con la Secretaría de Industria de la Nación para buscar soluciones, pero nos hemos encontrado con una negativa completa. No hay apertura para discutir nuestras necesidades ni para encontrar un terreno común que permita la continuidad de nuestras operaciones”, lamentó.

En cuanto a las negociaciones paritarias, el dirigente señaló que aunque son una práctica habitual, el Gobierno Nacional impone condiciones que dificultan la competencia justa. “Las paritarias deben considerar los mínimos necesarios para mantener la estabilidad laboral, pero la realidad es que el 51% del costo de una prenda de vestir finaliza en impuestos. Esto hace extremadamente difícil competir en un entorno desigual, donde las cargas fiscales impiden que la industria avance de manera sostenible”, explicó.

Además, Cárcamo hizo hincapié en la importancia de resolver el déficit urbano habitacional y mejorar los sistemas de saneamiento, aspectos que también afectan directamente a la industria y al bienestar de los trabajadores. “El Plan Federal Sanitario Mi Baño, lanzado en 2023, es un paso en la dirección correcta, pero necesitamos un compromiso real y continuo para garantizar condiciones dignas tanto en el ámbito laboral como en el residencial”, concluyó.

La situación actual exige una respuesta inmediata y coordinada por parte del gobierno para evitar una mayor erosión de la industria manufacturera en Argentina. Las palabras de Rodrigo Cárcamo reflejan la urgencia de implementar políticas que protejan no solo al sector textil, sino a toda la industria, garantizando así el mantenimiento de empleos y el desarrollo económico sostenible del país.