El debate por la reducción de las jornadas laborales no se suspendió por pandemia y sigue activo. Si bien su voltaje será elevado, según algunos gremios, abogados laboralistas y legisladores del Frente de Todos (FdT) permitirá mejorar la condición de vida de los trabajadores.

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, no la descartó como herramienta para incrementar el empleo mientras que el sector empresario, atento al costo laboral graficó: menos jornada menos salario.

Fue el mandamás de la UIA Daniel Funes de Rioja el que sustanció dicha postura, que tiene mayoría casi absoluta entre empleadores. En la Argentina la jornada laboral legal máxima es de 48 horas por semana, una de las más altas de la región.

"Dipusindicales" en acción

Existen a la fecha dos proyectos de ley con estado parlamentario para la reducción. La diputada Claudia Ormachea (FdT), integrante de la Asociación Bancaria, presentó uno para establecer por ley que se trabajen 6 horas diarias sin superar las 36 por semana.

Sin riesgo de casualidad alguna, el titular de la AB, Sergio Palazzo, le había destacado a BAE Negocios que "disminuir la carga horaria garantiza trabajo para la mayor cantidad de argentinos posible".

El otro proyecto pertenece a Hugo Yasky, también diputado del FdT y quien lidera la CTA de los Trabajadores. Desde la cartera laboral, Moroni sostuvo días atrás, en la presentación del Programa "Te Sumo", que la reducción horaria "es uno de los modelos posibles" para sumar puestos de labor.

No obstante advirtió que "Argentina está en una situación muy heterogénea y es difícil predecir qué puede suceder con una simple reducción de jornada. En Europa se está discutiendo mucho, pero nuestro país tiene una posibilidad de creación de empleo muy grande y debemos ir viendo sector por sector".

Si de ministros de Trabajo se trata, la responsable de dicha área en la Provincia de Buenos Aires, Mara Ruiz Malec, también consideró es posible abrir tal discusión: "Se trabaja muchas horas y eso no siempre redunda en una mayor productividad", sostuvo.

Entre los sindicatos que adhieren a dicha modificación se aprecia un matiz definido, la mayoría cuentan con buenos vínculos con el kirchnerismo. A la ya citada de la AB y la CTA, se sumó en 2020 el titular de los Metrodelegados, Roberto Pianelli. "Menos horas, más salud, más trabajo", trazó el sindicalista.

No es con todos

La reacción sindical empero es variopinta, los Camioneros de Hugo y Pablo Moyano reaccionaron contra la intención del gobierno de la Ciudad para la reducción de horas labor en los servicios de recolección de residuos.

En ese punto trazó el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, su primera carta de rechazo a la iniciativa del oficialismo en el Congreso. El también referente de la Copal dijo que a menor cantidad de horas trabajadas "se implicaría también proporcionalizar el salario, con su pertinente reducción".

El empresario apuntó que no hay experiencia internacional que permita afirmar su conveniencia u oportunidad" incluso apuntando que en nuestro país, de prosperar esa norma, "sólo se estaría repartiendo el trabajo registrado que existe en la actualidad".

Cuidado, mucho cuidado

El titular de la secretaría académica de la carrera de Relaciones de Trabajo ( UBA), Luis Roa, alertó "la reducción es sin merma salarial". "Es importante que una reforma apunte a desterrar las jornadas promedio, bancos de horas o todo subterfugio que implique en los hechos licuar el limite diario de la jornada laboral", señaló.

Roa le enfatizó a este diario que avanzar en esa dirección se exige para que trabajadores con productividad notablemente superior a décadas pasadas accedan a los beneficios de la misma. "Se debe recuperar el tiempo libre y el proyecto de vida, para que el empleo se redistribuya: trabajar menos, trabajar todos, redistribuirlo todo es el deber ser", propuso.