"Cuando volvamos a la ques sea la nueva normalidad no va a existir el banco que conocíamos", se lo escuchó decir a Sergio Palazzo, el titular de la Bancaria, gremio que nuclea a los empleados de los bancos, en el mediático cierre del Congreso de la organización de este año.
La afirmación de Palazzo, que en esa cumbre sindical estuvo acompañado por Alberto Fernández y Axel Kicillof, no es casual ni inocente. Es que las nuevas modalidades financieras que proliferan y el impacto de la tecnología en el sector tienen a la actividad en un proceso de mutación que se aceleró con la pandemia.
"Tenemos que pensar en cómo enfrentamos la tecnología, las nuevas formas en que opera el sistema financiero y la variedad de locales en los que se opera, donde perdemos el control sobre quien atiende a un usuario de un sistema financiero que debería estar atendiéndolo un bancario", señaló Palazzo en el mismo encuentro sindical.
Por ello desde el gremio proyectan encarar un proceso de capacitación para incorporar herramientas respecto de las nuevas modalidades financieras y refuerzan la militancia en el proyecto para reducir la jornada laboral.
Hoy la jornada laboral que rige en los bancos, regulada por el Convenio Colectivo de Trabajo de la actividad, es de 7:30 horas. De ellas no se puede estar más de 5 horas en atención al público.
Esas pautas laborales se mantienen sin modificación hace 75 años por lo que entienden, desde el gremio, que hay que adaptarlas a las nuevas circunstancias.
La intención es llevarla a 6 horas para absorber el aumento de la productividad que genera la incorporación de nueva tecnología y que eso no redunde en la destrucción de puestos de trabajo.
En lo que ya puede considerarse un prólogo a esta discusión generalizada para el sector, La Bancaria acordó con las distintas cámaras empresarias una jornada para la rama call center de 6 horas.
Vale recordar que los bancos emplean algo más de 100 mil trabajadores, por lo que tiene especial trascendencia en el mercado de trabajo.
Una fórmula que también proyectan para el resto de las actividades
La Bancaria es la única organización gremial que tiene dos diputados nacionales en su secretariado nacional. Una de ellas, Claudia Ormaechea, legisladora nacional y secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de la Bancaria, fue la promotora de un proyecto de ley en la cámara baja para reducir la jornada de trabajo sin que ello tenga impacto en los salarios.
Los bancarios buscan adaptarse a los cambios tecnológicos
La iniciativa de Ormaechea es de máxima. Propone reducir la jornada a "seis horas diarias o treinta y seis semanales" en el ámbito público y privado. Se trata del borrador más ambicioso de los que tienen trámite legislativo.
"Partimos de la premisa que el derecho del trabajo no crea trabajo, pero el derecho del trabajo con la modulación de la jornada permite su redistribución. La reducción de jornadas sin reducción de salarios, manteniendo los niveles salariales porque ya los salarios en la Argentina perdieron, en el período 2016/2019 según las mediciones INDEC o el INDEC de la Cámara de Diputados, entre un 26,4 y un 31,4% del poder adquisitivo", señala la iniciativa.
En el mismo sentido el otro proyecto que está en estudio también está firmado por un diputado de extracción sindical. Se trata de Hugo Yasky, legislador del Frente de Todos y secretario General de la CTA de los Trabajadores.
El texto de Yasky con fecha de ingreso en 2020 es algo menos ambicioso. Propone que "la duración del trabajo no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro".
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