“En el contexto socio-eclesial actual, el oficio de padrinos y madrinas ha perdido, en gran medida, su valor original. La misión ligada a estas figuras, en efecto, consiste en acompañar a los catecúmenos a los que van a ser confirmados a lo largo de todo el camino de fe y no sólo en el momento de la celebración del Sacramento”, se puede leer en el comunicado.
La propuesta será promulgada el próximo 20 de marzo y entrará en curso a partir del 9 de abril, por los próximos tres años.
Por su parte, el monseñor Cirulli comentó que está proposición no es nueva, de hecho, la presencia de estas figuras ya estaba declarada como algo no obligatorio, esto de acuerdo al Código de Derecho Canónico.
La intención no es eliminar por completo a los padrinos, sino recuperar la identidad y misión que tenían en sus inicios.
“Tendrán la delicada tarea de acompañar, durante este trienio, el progreso de la nueva práctica y, al mismo tiempo, estudiar posibles nuevas formas de acompañamiento que recuperen el verdadero sentido eclesial del oficio de padrino y madrina”, señala la propuesta.
En 2017, el monseñor italiano, Gianfranco Todisco también adoptó una medida similar. Ambas decisiones han sido respaldadas por el Papa Francisco.
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