El concepto del ascensor espacial japonés implica la creación de un cable gigante que se extendería a más de 36.000 kilómetros de altura, fabricado con un material robusto y ligero, conectando la superficie terrestre con la estación espacial en órbita. Los vehículos, conocidos como escaladores, ascenderían y descenderían por este cable, aprovechando la fuerza centrífuga generada por la rotación de la Tierra para mantenerlo tenso.
Uno de los principales desafíos en la construcción de un ascensor espacial radica en la búsqueda de un material lo suficientemente resistente como para soportar los vientos atmosféricos y los efectos de la gravedad.
Además, el ensamblaje del cable y los componentes del elevador debería realizarse en el espacio, una tarea técnica y costosa que requeriría el desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas.
Una vez en funcionamiento, el mayor riesgo sería la exposición a los desechos espaciales y posibles daños, una preocupación creciente en la órbita terrestre.
Compartinos tu opinión