Una sofisticada modalidad de fraude se ha puesto en circulación a través de Gmail, aprovechando herramientas de inteligencia artificial para engañar a los usuarios. Los delincuentes combinan llamadas telefónicas y correos electrónicos falsos para lograr que sus víctimas confíen en la supuesta autenticidad de la comunicación.

El proceso inicia con una llamada en la que el atacante se hace pasar por un representante del soporte técnico de Google. Gracias a la inteligencia artificial, se puede modificar el identificador de llamadas para mostrar un número legítimo, lo que aumenta la credibilidad de la llamada. Además, la tecnología permite replicar con gran precisión la voz de empleados reales de la compañía.

Simultáneamente, la víctima recibe un correo electrónico que aparenta provenir de una dirección oficial de Google. Este mensaje incluye detalles como un número de caso y un enlace para la recuperación de la cuenta. Durante la interacción, se solicita que la víctima ingrese un código de autenticación multifactor en un sitio web falso, lo que facilita el acceso total a su cuenta de Gmail.

Una vez que el atacante toma control, puede modificar la contraseña y restringir el acceso del usuario legítimo. Con la cuenta comprometida, se abren oportunidades para enviar mensajes de phishing y robar información sensible, e incluso podrían utilizarse para realizar transacciones no autorizadas en el ámbito bancario.

Ante esta amenaza, los expertos en seguridad recomiendan extremar las precauciones: desconfiar de llamadas inesperadas, verificar siempre la legitimidad de los correos y abstenerse de compartir códigos de verificación. Se aconseja asimismo el uso de contraseñas robustas y la activación de la autenticación multifactor siempre que sea posible.

Por otro lado, Google ha introducido importantes cambios en la interfaz de Gmail para dispositivos Android. Inspirado en el diseño de Android 15, el nuevo aspecto busca ofrecer una experiencia más visual e intuitiva para los usuarios. Uno de los ajustes más notorios es la renovación del menú de opciones, que ahora integra iconos junto al texto para facilitar la navegación.

La actualización permite también una mayor personalización de la bandeja de entrada. Los usuarios pueden elegir entre tres modos de visualización: una opción predeterminada que muestra los archivos adjuntos directamente, una vista clásica denominada “cómoda” y una versión “compacta” que permite visualizar más correos en pantalla. Asimismo, se han añadido herramientas para ajustar la densidad visual y para resaltar advertencias en mensajes potencialmente peligrosos.

En resumen, mientras los ciberdelincuentes se valen de técnicas avanzadas para engañar a los usuarios de Gmail, Google continúa trabajando en mejorar la experiencia de sus clientes a través de innovaciones en su interfaz. Mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad es fundamental para proteger la información personal en un entorno digital en constante evolución.