Con el paso del tiempo cada vez está mas comprobado que la salud mental es igual de importante que la salud física. Estimular el cerebro y controlar los niveles de estrés es clave para cuidar nuestra mente, pero puede ser un desafío en el ritmo de vida que llevamos diariamente.
La Universidad de Harvard realizó diversos estudios y aseguró que el exceso de ansiedad puede afectar a la memoria a largo plazo, además de propiciar los cambios de humor. Sin embargo, lo más alarmantes es la alta probabilidad de enfermedades cardiovasculares relacionadas.
Establecer control sobre la situación: las situaciones impredecibles alimentan la sensación de miedo y, en consecuencia, al estrés. Tener una rutina y sostenerla en el tiempo da la sensación de estructura y tranquilidad.
Dormir bien: la falta de sueño puede empeorar el estrés y afectar el funcionamiento en general.
Organizate: al igual que la rutina, la estructura de una lista puede ser beneficioso para bajar los niveles de estrés. Además, visualizar físicamente las tareas ayuda a ordenar las prioridades.
Buscar ayuda: siempre es importante consultar con un profesional de la salud mental cuando sea necesario y la situación sobrepase los límites personales.
Cambiar la actitud: es imposible eliminar el estrés completamente, por lo que no sirve buscar la paz total. La vida esta llena de cambios, por lo que aconsejan enfrentar la situación mas relajado y aprender a controlar los picos.
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