El titular del Juzgado de Instrucción Nro 1 del Distrito Judicial Norte y el fiscal Jorge López Oribe continúan investigando los hechos ocurridos el pasado sábado 23 de enero en el consultorio privado CEMEP de la ciudad de Río Grande, en donde una mujer de 35 años de edad se sometió a una cirugía de ligadura de trompas de Falopio y luego, falleció.
La intervención judicial se inició a raíz de una denuncia efectuada por Carlos Alberto Herrera, esposo de la paciente Lucía Baptista, con quien tenía tres hijas en común.
En la causa está imputado el profesional médico especialista en ginecología Edgar Miranda Flores, quien actuó en la intervención de la paciente.
El viudo denunció ante la Fiscalía y también en una carta abierta a la comunidad, que el ginecólogo en todo momento les dijo, a su esposa y a él, que se trataba de una cirugía de bajo riesgo y simple y que luego, una vez realizada la intervención, le refirió que le había encontrado a su señora “algo pegado”, produciéndose al parecer la rotura de las paredes de una arteria.
La Fiscalía de turno, a cargo del fiscal Jorge López Oribe comenzó las actuaciones por presunta mala praxis en perjuicio de Lucía Baptista y el juez de Instrucción de Feria, Daniel Cesari Hernández dispuso el allanamiento de la clínica CEMEP, el secuestro de la historia clínica de la paciente y la exhumación del cuerpo.
El deceso se produjo en horas de la madrugada del lunes 25 de enero, luego que desde el quirófano la mujer debiera ser trasladada a la Unidad de Terapia Intensiva, en donde permaneció internada en grave estado.
Carlos Alberto Herrera manifestó, desconsolado: “Quiero que los responsables sean condenados con la máxima pena posible y que no puedan nunca más hacer ni siquiera una receta”.
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