La Policía de Tierra del Fuego logró hallar en las últimas horas a una parte de las 297 vacas, valuadas en $6 millones, que fueron denunciadas como robadas de un campo próximo al municipio de Tolhuin, en el que fue catalogado como el mayor caso de cuatrerismo de la historia provincial.
Trece de los animales fueron encontrados dentro del propio predio de la estancia Pirinaica, cuyo propietario, Jorge Sevillano, es quien había denunciado el robo dos semanas atrás.
Fuentes policiales explicaron que el hallazgo de esta fracción del ganado se produjo durante un rastrillaje en un sector alejado del casco de la estancia, que no había sido revisado todavía.
Por su parte, otros dieciocho ejemplares de raza Hereford (con la marca del establecimiento) aparecieron en un terreno vecino, a partir de un aviso que habría dado el propio dueño del lugar cuando encontró a las vacas pastando dentro de su propiedad.
Además, efectivos de la fuerza de seguridad fueguina comprobaron que cinco de los animales pertenecientes a Sevillano fueron sustraídos del campo y faenados durante el verano.
Las autoridades llegaron a esa conclusión porque tenían constancias de casos aislados de abigeato, a partir de la aparición de restos de osamenta y cuero, y a raíz de la denuncia del robo masivo efectuaron pericias que demostraron la correspondencia de esos restos con el tipo de ejemplares criados por el estanciero fueguino.
“A esta altura, nuestra hipótesis de lo ocurrido es que parte del ganado faltante habría sido sacado a través de la modalidad de “robo hormiga”, es decir, en pequeñas cantidades a lo largo de los cinco meses (de noviembre a marzo) en que estuvieron guardados en el campo de veranada “La Estrella”, situado a 22 kilómetros de Pirinaica”, explicó ayer una fuente policial vinculada con la investigación.
Por otro lado, los investigadores creen que otra fracción del ganado directamente se “escapó” del lugar sin ser contabilizado, producto de las “deficientes condiciones de seguridad del establecimiento y de que el cuidador no estaba siempre en el lugar, según pudo reconstruirse de testimonios agregados a la causa”, añadió la misma fuente.
La fuga de los animales es lo que explicaría que una parte de ellos haya aparecido en campos vecinos o dentro de los propios límites de la estancia.
De todos modos, personal de la policía montada de Río Grande, junto con baqueanos de la zona, continúan efectuando rastrillajes por los alrededores en busca de más pistas.
“Utilizamos once jinetes que efectuaron recorridas aún durante la nevada caída en las últimas jornadas y pensamos incorporar más efectivos con cuatriciclos para ampliar todavía más el radio del recorrido. No abandonamos la búsqueda y vamos a profundizar la investigación”, afirmó un oficial de jerarquía consultado por EDFM.
En el inicio de la pesquisa, los investigadores utilizaron un avión alquilado y un helicóptero para monitorear el terreno desde el aire, aunque en las últimas jornadas se convencieron de que la búsqueda únicamente será efectiva si se continúa por vía terrestre.
Mientras tanto, el juez de instrucción de Río Grande Sergio Dieguez, a cargo del caso, sigue tomando declaraciones testimoniales a puesteros y personal de estancias vecinas, en busca de más indicios que permita dar con los responsables del robo.
Aun así, y en la misma línea que apunta la investigación policial, el secretario de Seguridad Pública del gobierno provincial, Guillermo Granieri, había declarado que “es posible” que el ganado “haya sido sustraído de manera regular, en pocas cantidades, desde su ingreso al campo de veraneada en octubre del año pasado, hasta el momento en que el titular de la estancia notó el faltante”, afirmó.
El funcionario había dicho que los rastrillajes realizados hasta el momento “no dan muestras de que el ilícito se haya perpetrado de manera directa y simultánea con las 297 vacas” denunciadas como robadas.
Fuente EDFM
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