El boxeador Adrián Garzón, de 34 años, fue dado de alta por las autoridades médicas del Hospital Regional Río Grande tras la brutal agresión ocurrida el pasado 1 de enero en el barrio de Chacra II y finalmente pudo declarar ante el Juez respecto a lo sucedido.
Quien tomó declaración testimonial de la víctima fue el magistrado Daniel Cesari Hernández, quien lleva adelante la investigación y quien deberá decidir la situación procesal del único imputado, Eric Mallón, en las próximas horas.
En su exposición, Garzón relató los pormenores de la agresión y refirió que esta ocurrió cuando él llegó hasta la casa de su hermano para saludarlo por el Año Nuevo. En ese momento, se presentó Mallón, que es su vecino, y comenzó a ponerse «pesado».
Tras intentar que se retirara, se inició una discusión entre los dos hombres que, según el testimonio de Garzón, terminó con Mallón propinándole un golpe de puño y luego atacándolo con un tubo de iluminación, lo que le provocó las lesiones que aún padece en una de sus extremidades.
La víctima explicó ante el Juez que Mallón «tiró a matar» y en reiteradas oportunidades refirió que esta situación le arruinó la vida, ya que no se descarta que tenga que someterse a nuevas operaciones para recuperar la movilidad total de sus manos.
Con la instrucción prácticamente concluida y con esta declaración testimonial que Cesari Hernández consideraba «clave», ahora resta esperar cómo se resolverá la situación procesal de Eric Mallón, que permanece detenido desde el mismo día del ataque, acusado de «tentativa de homicidio».
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