En el juicio oral y público que tiene como imputado a Claudio Marcelo Gómez, por el delito de lesiones graves agravadas la Fiscalía solicitó se le aplique un apena de 3 años en suspenso y la Defensa pidió la absolución.

Fue durante la etapa de alegatos que se desarrolló este jueves en el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte. El acusado está imputado por agredir físicamente a su pareja.

En primer lugar, se expidió la Doctora Verónica Marchisio, en representación del Ministerio Público Fiscal, quien se refirió a las pruebas que se ventilaron en el debate como lo fueron las declaraciones que fueron incorporadas por lectura de las hijas de la pareja y de los peritos forense del Poder Judicial.

Fundamentó el contexto de violencia de género en el que se desarrollaron los hechos, y planteó una diferenciación con la violencia doméstica. Remarcó que si bien la víctima es solvente económicamente, tenía una situación de sumisión afectiva hacia la figura del imputado.

La funcionaria especificó que tal situación emocional y de afecto la ubicaba indefectiblemente en una posición de vulnerabilidad y desventaja en relación a su pareja.

La fiscal solicitó se la aplique la pena de 3 años en suspenso por considerarlo autor penalmente responsable del delito de lesiones graves agravadas en contexto de violencia de género en perjuicio de su pareja.

Por su parte, el defensor oficial, Mariano Sardi peticionó la absolución de su defendido al fundamentar que la reacción del mismo fue un mecanismo propio de su naturaleza impulsiva, y que nunca estuvo dirigida para causar daño, con lo que desaparece su culpabilidad.

Sardi requirió que en caso que el Tribunal aplique alguna sanción, sea bajo el fundamento de la falta de intencionalidad de causar daño, enmarcado en  el mínimo de la pena prevista para las lesiones leves agravadas; y solicitó que la ejecución de la pena sea dejada en suspenso y se conceda la inmediata libertad del mismo.

La audiencia ingresó a un cuarto intermedio hasta mañana viernes a las 10, oportunidad en la que el imputado podrá pronuncias sus últimas palabras previo a conocer el veredicto.