Nadia, una mujer que realizó una denuncia de hechos ocurridos hace cinco años en Almanza, habló con Minuto Fueguino sobre sus expresiones en sus redes sociales.
“Expresé lo que sentía y lo que estoy pasando hoy por hoy de haber pasado cinco años de que esta persona (S.C.) haya tocado a mis pequeños de 10 y 11 años”, dijo la entrevistada.
Aseguró que “él les facilitaba pornografía, los drogaba con Poett (un desodorante), les daba de tomar. La verdad que es escalofriante lo que hacía esta persona que era mi marido, mi compañero; quien era una persona correcta, no era un maltratador; era una persona de bien y que jamás haría daño a algún niño”, concedió sin embargo.
La entrevistada aseguró que convivió unos siete años con este individuo y resumió que ella tuvo que viajar a Buenos Aires por temas de salud de su madre. “Cuando se produjo el desenlace del caso de mi mamá y vuelvo desde Buenos Aires, quedo embarazada –mi mamá fallece hace un año- y en ese momento ya teníamos siete años de ser pareja y él toma la responsabilidad de estos dos menores que son miembros de mi familia y es ahí donde él empieza con esto -que ya lo tenía planeado- de cometer todo esto que hizo”.
Aseguró que “yo no me di cuenta de lo que pasaba, pero noto que había mucha confianza entre ellos, entre la nena y él, entonces le pongo un alto y él me dice que soy una loca, que estoy enferma; trata de desequilibrarme emocionalmente porque es una persona muy preparada; ha estudiado psicología, también teología, habla mucho del amor de Dios, en mi caso lo practico de corazón y no como él que es solamente palabras”.
Agregó que “me parecía que acá había algo más y no pude estar más tiempo ahí criando a mi hija porque ella era bebé (N. de la R.: de la que había quedado embarazada) y tenía mucho miedo porque noté algo de él, que no era la persona que yo conocía en estos siete años”.
En este sentido resumió que se fue de Almanza “porque yo vivía con él; yo era la Sirena y él era el Capitán; tuve que dejar todo, no me interesa nada, ya está”.
Justamente confió que eligió Almanza para darles seguridad a los dos niños a cargo, “porque en la ciudad siempre hay más inseguridad, aparte, era un lindo proyecto que tenía en mente de cuidar de la niñez, porque uno puede criar a un niño y si lo tenés al alcance, por qué no hacerlo y él compartía conmigo esa visión y estaba perfecto, pero resultó ser que no teníamos los mismos planes ni pensamientos con respecto a los chicos”, dijo.
“Cuando me fui pensé que había logrado impedir que él haya hecho algo más, pero revisando una caja encontré videos sobre incestos y fue como que se me sonó algo muy raro y fue así que me fui. A los meses, no recuerdo bien porque separarse y dejar todo por una intuición, también es duro, uno de los menores decide quitarse la vida y gracias a Dios no pasó eso, está en pie y es ahí donde lo cuenta todo, pidiéndome perdón a mi. Quedó internada en el hospital”, completó.
Nadia aseguró que después de cinco años, le lograron tomar la denuncia. “Antes me acerqué a Minoridad y Familia que está en Thorne (Río Grande) y ellos se comunicaron con la Fiscalía y me dijeron que no me podían tomar la denuncia porque yo no era la madre y los chicos no habían confesado ningún abuso. Les dije que yo necesitaba ayuda y empecé a buscar ayuda porque nunca me pasó algo así, no sabía cómo actuar y ahí se denota la falta de contención porque yo estaba muy mal”.
Consultada por qué no radicó la denuncia en Ushuaia, dijo que fue porque se mudó a Río Grande tras esos hechos que denuncia. “Estamos todos en Río Grande y cuando me fui enterando más de los hechos, porque la nena me lo fue contando por partes, que él era el compraba los Poett, entonces deduje que acá hay algo más y entonces es que fui a la Comisaría a buscar ayuda. Ellos (la Policía) entienden mi situación y llaman a la Fiscalía en donde dicen que no tienen testimonios de ellos (los menores) y no se puede hacer la denuncia (eso fue hace cinco años). Igualmente me tomaron los datos y quedó asentado, pero que yo no podía hacer nada porque no era la madre. La verdad que hace cinco años vivió un horror la nena, si te tocan la niñez te arruina la vida. Es una vida arruinada y ella va a tener que luchar y luchar con los fantasmas y la secuela que le dejó”.
Tampoco entendió por qué la psicóloga “le dio el alta a la nena; ella tenía unos lamparones, tenía agujeros en el pelo. Cómo puede ser que le den el alta y me digan que ella está bien. No está bien, por qué no la siguen atendiendo psicológicamente. Yo no tenía dinero para pagarle a una psicóloga particular, ella tenía agujeros en el pelo, se le caía, estaba quedando pelada, era una adolescente que no tuvo contención. No hay contención ni apoyo para las víctimas y la familia, mientras los abusadores siguen libres y no se los juzga como se debe. Creo que un abusador debe ir preso automáticamente porque es un peligro para la sociedad porque arruina la vida desde que el momento que la tocan hasta el final de sus días. Es una marca que queda cuando le arrebatan la inocencia, no hay forma”.
Aseguró que una funcionaria judicial la tachó de “despechada” y “la verdad que quedé destruida porque las madres, los padres y las víctimas ya no se pueden ni defender”.
“Ella me dijo que no se podía armar una causa por una separación y creo que fue persuadida de que lo que yo estaba haciendo estaba mal y le dije que el mundo está mal; está mal que mi compañero me defraude de esta manera; voy a la justicia me defrauda diciéndome que estoy haciendo mal con la denuncia, sinceramente es un golpe duro de mucha injusticia. Cómo me van a juzgar a mi, sin tener una prueba, la verdad es todo muy contradictorio”.
Relató que “hace tres años, sino me equivoco, la llamaron a la nena a Cámara Gesell, yo no pude volver porque después de estar con la nena internada y con el desequilibrio emocional, no sabía qué hacer, a quién sostener primero, si a mi bebé o bien quién me contenía a mi, fue durísimo”.
“Hoy estoy entera para seguir adelante -continuó-, que se haga justicia o como digo yo, que lleve él su mochila -que todos estos años me ha pesado tanto- y la responsabilidad de lo que hizo, que es atroz”.
“Él sigue libre, lo cual es peligroso porque seguirá engañando; no culpo a las personas que por ahí crean en él porque tiene una máscara, es una persona amable, pero detrás de esta persona amable se esconde unos deseos muy oscuros, de terror”.
A modo de contención, Nadia dijo que se unirá a un grupo de madres y padres de ‘Pañuelos Amarillos’ “después de cinco años que él hizo lo que hizo y que fue peor de lo que me podía imaginar; voy a seguir yendo, pidiendo justicia, acompañando las marchas y poner la cara de él en todos lados que sepan que esta persona hace daño”, acusó.
“Hasta que uno no pasa por esto, no toma dimensión del sufrimiento; estas chicas (Pañuelos Amarillos) tienen una fuerza porque pueden salir a contarlo, mucha gente pasa por esto. Yo no podía salir y contarlo. Esa mochila que estoy llevando es muy dura y la nena ya tiene su vida destruida, pero entre todas vamos a levantarnos, las familias tendrían que salir a manifestarse en estas situaciones”.
Finalmente se la consultó sobre los pasos a seguir, dijo que seguirá en la lucha con las madres de Pañuelos Amarillos. “Pensé que era un caso puntual lo mío, pero vi que son muchas las familias que pasan por esta situación”.
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