Esta causa data del año 2018 cuando la madre de la menor que hoy tiene 11 años decide denunciar al tío paterno. Conocido el caso en el vínculo familiar, tres primas manifestaron que vivían la misma situación, sumándose una quinta víctima quien sería amiguita de las menores. Gracias a esta primera denuncia las niñas ya se encuentran al resguardo de otros familiares debido a que convivían con el denunciado.
En su momento la denuncia fue realizada en fiscalía por la madre y el padre de la menor, ni bien la misma confesó lo que sucedía. A pesar de esto, en marzo de este año su madre tomó conocimiento que el padre quien es su ex pareja, frecuentaba la casa de su hermano con la menor, por lo cual extendió su denuncia al considerarlo como un facilitador.
“Hicimos la denuncia por fiscalía en el 2018 junto con el papá de mi hija y recién en estos momentos estoy teniendo respuestas. Mañana le hacen cámara Gesell, la persona que queremos justicia y que vaya preso es Javier Mariño”, dijo la mujer.
“Hace una semana que estoy a cargo de mi sobrina la cual manifiesta también haber sido abusada por la misma persona. Me pongo en comunicación con la abuela paterna que tiene la guarda de las menores y también han hablado que han recibido abuso por la misma persona”, detalló.
Ante la gravedad del acontecimiento, reclamó la lentitud con la cual ha actuado la justicia, “esta persona sigue libre, es el hermano de mi ex pareja, el cual todos depositábamos la confianza, vivía de forma permanente en la casa con las primas de mi hija”.
Según lo relatado por la madre, los abusos se sostenían como si se tratara de un juego, “en 2018 me hija habla; me dice que hacía como si era un juego, que quedaba en familia y amenazándola. En marzo de este año, más allá de que ya habíamos ido con el padre a realizar la denuncia, mi hija agarra y me dice que no quería ver más al padre. Me pidió asistencia psicológica porque dijo ´mi papá me llevaba al lugar donde era abusada´, me mostró los brazos y estaba totalmente autoflajelada”.
“Con el padre siempre tuvimos un régimen amplio de visita, yo confiaba. Había semanas que no se quería quedar, no la llevaba a su casa, sino que la llevaba a la casa donde estaba el abusador. Era una cuestión que no me debía enterar porque me iba a enojar obviamente, pero llega un momento en que me dice mamá no puedo más con la culpa, necesito decirte lo que está pasando. Por eso hice la denuncia automáticamente hacia su padre por ser facilitador de este enfermo”, y detalló: “el padre me dijo por teléfono que no se victimice cuando mi hija estaba escuchando, que ya estaba judicializado. Que lo que pasó ya pasó, que la vida sigue y que no se iba a hacer cargo del psicólogo. Al principio no quería hacer la denuncia, me decía que quería hablar con su hermano para que todo quede entre familia y que él no viva más donde vivían con las niñas que estaban en un estado de abandono terrible”.
Actualmente la menor de 11 años se encuentra con asistencia psicológica, “no quiere tener contacto de ningún tipo con el padre, pero lo más importante es que debido a mi causa sacan a las niñas en riesgo, se las dieron al papá que están separados hace mucho tiempo”.
De los cuatro casos, se sumaría una quinta niña que no es parte de la familia “ellas mismas me contaron de una amiguita que pasó por lo mismo con la misma persona. Según el estudio que ha pasado la psicóloga, mi hija nunca me contó, pero era abusada desde los 5 años. Estas niñas que vivían con él, tal vez de toda la vida, no lo sabemos. Mi hija hoy está muy vulnerable, pero es ella quien me alienta a que esto se cuente para que hablen todas aquellas personas que están pasando por lo mismo, que no se callen y que cuenten con las madres porque acá estamos, somos la voz de ellas”, culminó.
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