La investigación por el fallecimiento de Marcelo Fernández tras una cirugía por fractura de pómulo continúa generando controversia. El abogado defensor de los médicos involucrados, Francisco Ibarra, presentó un pedido de recusación contra la fiscal Laura Urquiza, cuestionando su imparcialidad y desempeño en la causa. La solicitud se fundamenta en el vínculo personal entre la fiscal y uno de los representantes legales de la querella, además de la demora inicial en la recolección de pruebas.

Demoras en el proceso inicial

El deceso de Fernández ocurrió el viernes 18 de octubre, alrededor de las 15:30. Sin embargo, la investigación enfrentó contratiempos desde el principio, ya que la fiscal Urquiza se negó inicialmente a impulsar la acusación, retrasando más de seis horas la intervención del fiscal Ariel Pinno. Finalmente, a la 1:30 de la madrugada del 19 de octubre, se realizó el allanamiento en el centro médico, asegurando documentos clave como la historia clínica del paciente. Este retraso derivó en una denuncia disciplinaria contra la fiscal.

Conflicto de intereses y recusación

La relación sentimental de la fiscal Urquiza con el abogado querellante, José Luis Álvarez, quien representa a la madre de la víctima, es uno de los puntos más críticos señalados por Ibarra. Este conflicto, según el defensor, compromete la confianza pública en el proceso judicial. La recusación está en manos del juez Raúl Sahade, quien deberá determinar si la fiscal continúa o no en su rol.

Notificación de médicos y líneas de investigación

En paralelo, los médicos involucrados en la intervención —los doctores Randon, Godoy y Balbi— fueron notificados de sus derechos y garantías, junto con un enfermero y un anestesista itinerante, cuyo rol también está bajo evaluación. Este último reside en el norte del país, lo que añade complejidad al análisis de su participación.

Resoluciones pendientes

El jefe de fiscales, a pesar del contexto adverso, ordenó que la fiscal Urquiza continúe en la causa, decisión que ha generado aún más polémica. Mientras tanto, las partes esperan el pronunciamiento del juez Sahade sobre el pedido de recusación, un fallo que podría redefinir el rumbo del caso.