La Justicia de Ushuaia procesó a cinco policías y sobreseyó a uno por los presuntos delitos de “vejaciones y apremios ilegales”, a raíz de las agresiones que sufrió un preso contravencional en febrero de este año, en un fallo de primera instancia que ahora se encuentra apelado ante la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones de la provincia.
La decisión adoptada por la jueza de instrucción María Cristina Barrionuevo a fines de abril, y a la que este medio accedió ayer, determinó el procesamiento de los policías Alexis David Valdez, José Gerardo León, Oscar Roberto Fernández, Gustavo Ezequiel Cejas y Alexis Daniel Araya, mientras que sobreseyó a Matías Gonzalo Pellegrini.
La causa investiga lo ocurrido durante la madrugada del 7 de febrero de este año en tres lugares diferentes: el domicilio ubicado en la calle Beauvoir Nº 1846, en el interior del móvil Nº197 de la Policía y dentro de los calabozos de la Comisaría Segunda de Ushuaia.
Es que más de una decena de uniformados participaron aquella jornada de un operativo en esa vivienda, donde se requirió presencia policial a raíz de un caso de violencia familiar y después de una serie de disturbios se detuvo a Matías Nicolás Eloy Vitolo Ales, quien se encontraba en estado de ebriedad, había consumido estupefacientes, discutía con su pareja y tenía en sus brazos a un bebé de siete meses de vida.
La investigación se focalizó en las lesiones que sufrió Vitolo Ales dentro de la casa al momento de ser detenido, durante el traslado a la dependencia policial y ya dentro de las instalaciones de la comisaría.
De acuerdo a las conclusiones a las que arribó la jueza Barrionuevo, el policía Valdez, de 33 años, participó en toda la secuencia de los hechos, mientras que León, de 24 años, solo en la vivienda, Fernández, de 27 años y Cejas, de 31, en el móvil policial y los calabozos, y Araya, de 32 años, solo en los calabozos.
Los bienes de todos ellos fueron embargados hasta la suma de $50 mil, aunque la resolución todavía no se encuentra firme.
Según reconstruyó Barrionuevo, los primeros en intervenir en el conflicto familiar fueron integrantes de la Comisaría de Género y Familia, quienes se encontraron con la escena de Vitolo Ales alcoholizado y drogado “zamarreando como si fuera un muñeco” al bebé de siete meses.
“Tenía al bebé con un solo brazo y en la otra mano tenía una lapicera con la que golpeaba la mesa y otros muebles, mientras insultaba y amenazaba al personal policial que se encontraba en el lugar y se negaba a entregar al infante, quien se encontraba en situación de riesgo, hasta que, en un rápido accionar policial, acorralaron a Vitolo contra la pared y lograron sacarle el bebé y entregárselo a la tía”, puede leerse en el expediente.
Después, llegaron más policías al domicilio para detener a Vitolo y a su pareja en calidad de contraventores, y fue cuando comenzaron a a sucederse las presuntas vejaciones policiales.
Raid de vejaciones
Al parecer el sujeto se tornó “más agresivo” y “debió ser reducido para lograr esposarlo, y para ello el personal policial ahí presente lo habrían tirado al piso”.
De acuerdo a las constancias judiciales, el detenido fue golpeado con golpes de puño y patadas, y sufrió un fuerte hematoma en el ojo.
En estos hechos “quedó acreditada la participación de los imputados León y Valdez, los que además fueron reconocidos por Vitolo en rueda de personas”, resumió la jueza.
Minutos después, el detenido fue subido al móvil 197 de la Policía, una Marcedes Benz Sprinter, desde donde se lo trasladó primero al Hospital y luego a la Comisaría Segunda.
En el camino, estando esposado, dijo que le siguieron pegando “golpes de puño, y patadas con botines y con las culatas de las armas”, mientras que “los policías se turnaban para golpearlo”. También sostuvo que “los policías lo ahorcaban, y le decían que se desmaye, y entonces se descompensó por falta de aire”.
Barrionuevo entendió que por estos hechos, que dio por demostrados en función de una serie de pruebas, “los imputados Valdez, Fernández y Cejas deberán responder por las lesiones constatadas en el cuerpo de Vitolo, producidas durante el traslado desde su casa al HRU”.
Por último, Vitolo fue alojado desde las 4.20 y hasta las 9.30 en la celda para contraventores de la Comisaría Segunda.
En relación a este suceso, el detenido declaró que al ingresar a la dependencia, “entre tres o cuatro policías le retiraron los cordones de las zapatillas y los cordones del buzo y el cinto, y luego lo ingresaron a un baño para golpearlo entre cuatro policías, quienes decían: “acá no hay cámaras, traélo para acá”.
También fue golpeado dentro del calabozo por dos policías, como surge de un video agregado a la causa.
“Los dichos vertidos por Vitolo se vieron corroborados por cuantiosa prueba incriminante”, concluyó la magistrada en su resolución, y agregó que “tras someterse a análisis fílmico las filmaciones” se pudo dar con “las características morfológicas, fisionómicas y propias del uniforme respecto de los efectivos policiales intervinientes”.
“Con las consideraciones efectuadas precedentemente se tiene por acreditada la materialidad y la responsabilidad que en el hecho investigado les cupo a los imputados Valdez, Fernández, Cejas y Araya, quienes habrían provocado lesiones en distintas partes del cuerpo de Vitolo, mientras estaba en el interior del baño y calabozo de la Comisaria Segunda de esta ciudad, a raíz de su detención contravencional”, aseveró la jueza en su resolución sobre el caso.
Fuente EDFM
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