El fallecimiento de Marcelo Fernández, presuntamente como resultado de mala praxis en el Sanatorio Fueguino, no solo desató el clamor de su familia en busca de justicia, sino que también ha derivado en un complejo entramado de denuncias y enfrentamientos judiciales que involucran a figuras clave del ámbito judicial, con la fiscal Laura Urquiza en el centro de la polémica.

En las últimas horas, trascendió que la fiscal Urquiza presentó denuncias contra el juez Raúl Nadim Sahade y el fiscal Ariel Pinno, señalando presuntas irregularidades en la instrucción de la causa penal por mala praxis. Entre sus reclamos, Urquiza cuestionó la falta de secuestro de la hoja de anestesia del paciente fallecido, documento que no se encontraba disponible al momento del allanamiento en la clínica privada. Según sus declaraciones, esta medida se habría retrasado debido a la falta de claridad sobre quién debía intervenir en la causa.

Cabe recordar que la fiscal Urquiza se negó a tomar el caso inicialmente, el pasado 18 de octubre, cuando se denunció la muerte del paciente, lo que generó demoras en las primeras diligencias investigativas.

Por otro lado, el abogado querellante José Luis Álvarez, representante de la viuda de Fernández, también denunció al juez Sahade, lo que añade más tensión al caso. Sin embargo, lo que ha causado especial controversia es el vínculo personal entre Álvarez y Urquiza, quienes son pareja, lo que ha despertado dudas sobre la imparcialidad y prolijidad en el accionar de la fiscal.

Este entramado judicial no solo complica la búsqueda de justicia para la familia de Fernández, sino que expone serias falencias en la conducción del caso, con denuncias cruzadas que amenazan con desviar el foco de la investigación principal: esclarecer las circunstancias que llevaron a la muerte del paciente.