El empresario de Ushuaia Héctor Darío “el gringo” Weiss prestó declaración indagatoria ayer en el inicio del juicio oral pero reservado donde se lo juzga por el presunto abuso sexual de dos niñas de 8 y 14 años, y reconoció parcialmente los hechos que se le imputan.

Fuentes allegadas al caso y presentes en la audiencia que se llevó a cabo en el edificio de tribunales de Monte Gallinero, señalaron que el empresario de 47 años negó haber abusado sexualmente de una de las menores, aunque admitió (sin considerarlo un abuso) que mantuvo un vínculo afectivo con la otra chica y que tuvieron relaciones sexuales consentidas.

De esta forma, es la primera vez que el propietario de la concesionaria de autos Citroën (llamada Grenoble) y de la Distribuidora Quilmes, acepta dar su versión sobre los acontecimientos que dieron lugar a la sustanciación de la causa penal.

Es que durante la etapa de instrucción, donde Weiss fue procesado por la jueza María Cristina Barrionuevo y luego esa resolución quedó firme al no ser apelada, el comerciante se había negado a declarar haciendo uso del derecho que le asiste.

Esta vez aceptó efectuar un relato de cómo se produjeron los hechos, que según la acusación fiscal se circunscribían a la relación de amistad que unía a los padres de las presuntas víctimas con la familia del acusado, y a las visitas que por esa circunstancia se producían tanto a la concesionaria de autos como a una chacra propiedad del empresario.

Si bien el contenido de la declaración de Weiss fue más extenso y abarcó otros detalles, tanto los abogados querellantes Karina Echazú y Vladimir Espeche, como el resto de las partes, se escudaron en la recomendación del Tribunal Oral de mantener las alternativas del caso lo más privadas posible para resguardar la integridad de las menores involucradas.

Los querellantes solo dejaron trascender que a los padres de las menores, que ayer también declararon como testigos, “les sorprendió la naturalización que hizo (Weiss) de su conducta abusiva, considerando que se trataba de un hombre de 46 años tratando con niñas 30 años menores que él”.

El juicio comenzó ayer a la mañana cuando los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia permitieron la lectura del requerimiento fiscal de elevación a juicio, que sintetizó el fiscal Eduardo Urquiza.

La acusación sostiene que el empresario profirió “reiterados tocamientos” a una de las niñas cuando tenía 8 años, y hasta que cumplió 11 o 12 años, en un hecho que salió a la luz cuando la menor, ya con 13 años de edad, logró contar lo que le había ocurrido a una profesora del colegio que tomó intervención en el caso y posibilitó que los padres radicaran la denuncia.

También postula que el sujeto “se aprovechó de la inmadurez emocional” de la adolescente de 14 años para seducirla y consumar una relación sexual.

Urquiza interviene en el caso luego del apartamiento del anterior fiscal, Nicolás Arias, quien fue separado de las actuaciones tras el escándalo que desencadenó su pedido de “omisión de debate”, y su solicitud de condena mínima y excarcelable, basada en argumentos insólitos como que el empresario carecía de estudios secundarios completos o que era único sostén de familia.

Por este desempeño, Arias está siendo investigado por el Consejo de la Magistratura de la provincia.

El fiscal actual estuvo acompañado por el jefe de fiscales (o fiscal ante el Superior Tribunal de Justicia) Oscar Fappiano quien acudió al juicio en una señal de apoyo luego del conflicto en el que se vio envuelto el Ministerio Público.

Por su parte Weiss es defendido por el jefe de defensores públicos, Gustavo Ariznabarreta, otra circunstancia llamativa teniendo en cuenta que se trata de una persona con poder adquisitivo como para nombrar a un defensor privado.

Luego de la acusación fiscal se llevó a cabo la indagatoria del acusado y con posterioridad comenzaron a declarar los primeros testigos.

En las primeras horas de la tarde, la audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta hoy en que seguirán las declaraciones testimoniales de unas siete personas si es que no se produce ningún desistimiento.

Después tendrá lugar la etapa de alegatos de las partes y finalmente el veredicto por parte de los jueces intervinientes.