35 fotos de la emocionante visita de los familiares al cementerio argentino de Darwin
A las islas viajaron 150 personas, algunos lo hacían por primera vez, quienes pudieron visitar el lugar donde descansan sus seres queridos
El final de la visita: todos los familiares se reúnen para la foto final. Es cuando se permite exhibir banderas argentinas. La visita se realizó gracias al respaldo del empresario Eduardo Eurnekian (Fotos Matías Arbotto)
Buscando al ser querido, inmortalizado en las placas que rodean la cruz blanca que corona el cementerio
Cada familiar honró a su ser querido a su manera. Algunos llevaron flores artificiales -para soportar los fuertes vientos- y otros banderas
Cerca de 28 padres y madres superaban los 85 años y muchos saben que éste pudo haber sido el último viaje a las islas
Emoción y tristeza. Los familiares pudieron estar junto a las tumbas un par de horas
Los familiares de mayor edad soportaron sin quejas la lluvia, los fuertes vientos y el intenso frío
Hubo una guardia militar de honor, que estuvo presente durante toda la mañana
Cada escena fue única e íntima, donde sobran las palabras
Hubo un rezo y una bendición de las tumbas, a cargo de monseñor Pedro Cannavó
Junto a la imagen de la Virgen de Luján, protegida en una ermita, que acompaña a los caídos, los familiares escucharon al padre
En medio de una inconmensurable soledad, está el cementerio argentino
El nieto que se tatuó una imagen que dio la vuelta al mundo: una mamá sentada frente a la tumba de su hijo y éste, vestido de soldado, arrodillado junto a ella
En todo momento, los familiares fueron asistidos y acompañados
Madre e hijo en silencio frente a la tumba del esposo y papá que ya no está presente pero que vive en sus corazones
Hacía tiempo que en diciembre no se soportaba tan mal tiempo
Sola y en silencio, en un diálogo íntimo con el ser querido que ya no está
Para llegar al cementerio, se atraviesan grandes extensiones donde la soledad se siente a flor de piel
Abrazadas ante un dolor que, a pesar de los 42 años transcurridos, no se va
Los familiares se hicieron compañía y compartieron sus recuerdos
Sin consuelo. La mamá, haciendo un gran esfuerzo, quiso ser parte del viaje
La bandera que juró defender. Varias fueron desplegadas sobre las tumbas
Un Rosario de plástico resiste estoico el duro clima malvinense
No importan los años que pasaron, la pérdida de un ser querido es una herida que nunca cierra
Abrigados como si fuera pleno invierno, así estuvieron los familiares. Detrás una bandera británica, no de las islas, le recuerdan al visitante quien es quien
Un monumento contiene las placas de los caídos, sin distinción de grados y jerarquías
El cementerio se encuentra a una media hora del aeropuerto y se llega por un camino de ripio asentado
Hora del descanso. El vuelo es largo, con una escala en Río Gallegos
La expectativa de la primera vista de las islas
Los familiares tenían su identificación, las que fueron distribuidas durante el vuelo
El mismo cielo que volaron los aviadores durante la guerra, ahora en una foto tomada en tiempo de paz
Sobre las islas, un pesado manto de nubes auguraba el mal tiempo
Algunos padres muy mayores se esforzaron y, luego de una autorización médica, pudieron ser de la partida
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