A las 8 de la mañana de aquel 1° de mayo el ataque británico había finalizado. La operación Black Buck no había logrado neutralizar el aeródromo. Llegaría el momento de la contraofensiva de la FAA.
Mientras el piloto, teniente Daniel Jukic, intentó poner en marcha su Pucará A-527, asistido por sus armeros y mecánicos, una de las bombas arrojadas por un Sea Harrier provocólos primeros muertos en acción aérea de esa unidad.
Entre estas misiones se destacaron los combates aéreos entre aeronaves M-III EA y M-5 Dagger argentinos frente a los Sea Harriers británicos, que culminaron sin daños materiales ni bajas, así como ataques precisos contra buques de la Task Force británica.
Sin embargo, durante esa fecha fallecieron el Capitán Gustavo Argentino García Cuerva, Primer teniente Mario Hipólito González, Primer teniente José Leónidas Ardiles, el citado teniente Daniel Antonio Jukic, Teniente Eduardo Jorge Raúl de Ibañez, Cabo principal Mario Duarte, Cabo principal Juan Antonio Rodríguez, Cabo primero Miguel Ángel Carrizo, Cabo primero José Alberto Maldonado, Cabo primero José Luis Peralta, Cabo primero Agustín Hugo Montaño, Cabo primero Andrés Luis Brashich y los ya mencionados soldados Guillermo Ubaldo García y Héctor Ramón Bordón.
El 1° de mayo de 1982 se desató la primera batalla en los cielos del Atlántico Sur. Los ingleses bombardearon dos aeródromos de las islas y el escuadrón local contestó con un ataque masivo desde el continente
Una fecha quedó marcada en rojo en el calendario de la Guerra de las Malvinas. Fue el 1° de mayo de 1982, día en que la Fuerza Aérea Argentina (FAA) enfrentó su primer combate en la historia del Conflicto del Atlántico Sur.El despegue del Vulcan de la Royal Air Force para lanzar 17 bombas de 500 kilos sobre los aeródromos de las islas
El cráter que dejó una de las bombas lanzadas por el Vulcan británico (argentina.gob.ar)
Este repentino ataque produjo las primeras bajas nacionales: los soldados Guillermo Ubaldo García perteneciente a la compañía de tropa de la I Brigada Aérea El Palomar y Héctor Ramón Bordón, de la IX Brigada Aérea Comodoro Rivadavia. Ambos estaban apostados como centinelas cerca de las carpas del Escuadrón, cuando fueron sorprendidos por el bombardeo.
La respuesta argentina
La inesperada operación británica desencadenó una serie de acciones defensivas por parte de la FAA la cual movilizó su aeronaves Mirage MIII y Dagger, en un esfuerzo por contrarrestar la amenaza representada tanto por la aviación inglesa como su flota insignia.
El mapa de cómo Argentina repelió el ataque inglés ocurrido el 1° de mayo de 1982 (argentina.gob.ar)
Vale recordar que durante aquella histórica jornada, se realizaron 76 salidas operativas de las cuales 63 fueron salidas desde el continente. De estas mismas, 52 fueron de combate y las restantes se impulsaron desde las Bases de Malvinas para luchar en los cielos.
Pilotos de Pucará de la Fuerza Aérea Argentina
Se produjeron como bajas británicas, oficialmente reconocidas, el Destructor clase County HMS Glamorgan y las fragatas Tipo 21 HMS Arrow y HMS Alacrity que quedaron dañadas. Así mismo, se averió a un Sea Harrier por parte de nuestra artillería antiaérea.
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