Un nuevo cruce diplomático se produjo entre el Reino Unido y la Argentina por las Islas Malvinas este jueves 2 de marzo. Ocurrió luego de que el canciller Santiago Cafiero comunicara que el país daba por terminado el denominado pacto “Foradori-Duncan”, que establecía un entendimiento para la explotación de los recursos naturales en el archipiélago y “promover el crecimiento económico”.
La decisión política del gobierno nacional había sido informada por Cafiero a su par británico James Cleverly, durante una reunión presencial en Nueva Delhi.
Horas después llegó como respuesta una contundente afirmación que el propio Cleverly, en representación del gobierno británico, se encargó de expresar. “Las islas Malvinas son británicas. Los isleños tienen derecho a decidir su propio futuro: han elegido seguir siendo un territorio británico de ultramar autónomo”, escribió el Ministro de Exteriores del Reino Unido en Twitter.
El encuentro entre ambos tuvo lugar en paralelo a la realización de la cumbre de líderes del G20 en la capital de la India. Allí, el funcionario argentino expresó la decisión de romper el acuerdo que habían sellado en 2016 Carlos Foradori, por entonces vicecanciller de la presidencia de Mauricio Macri, y el británico Alan Duncan, quien cumplía el mismo rol para la corona británica.
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