
Owen Crippa, exteniente de Navío y veterano de la Guerra de Malvinas, está a punto de cumplir un sueño que lleva casi dos décadas persiguiendo: recuperar el avión Aeromacchi MC 339 con el que, en 1982, enfrentó en solitario a la flota inglesa en las Islas Malvinas. Este emblemático avión, que fue rescatado de un desarmadero en Estados Unidos, está en camino hacia la Argentina, donde será exhibido en un museo interactivo en Sunchales, Santa Fe.
Sin embargo, el proceso enfrenta un nuevo desafío. Según Crippa, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) le informó que deberá abonar los impuestos de importación correspondientes, a pesar de tratarse de una iniciativa sin fines de lucro que busca honrar la memoria y el sacrificio de los combatientes de Malvinas.
El largo camino del avión
El avión, que había sido vendido como chatarra en los Estados Unidos, fue adquirido por Crippa gracias a préstamos y al apoyo de un reducido grupo de colaboradores. “Nunca tuvimos apoyo del gobierno, ni siquiera ofrecimientos. Pero si viene ayuda, bienvenida sea”, afirmó Crippa, quien espera que el Estado finalmente lo exima del pago de impuestos.
“La aduana ya entendió que no es un avión en uso, son partes que hay que armar y no volará. Pero la ARCA aún no ha confirmado si eximirá los impuestos. Hasta ahora, dijeron que los cobrarán y luego los devolverán, pero todo sigue siendo incierto”, agregó el excombatiente.
Un museo para preservar la historia
El proyecto no solo busca restaurar el avión, sino también construir un museo interactivo en Sunchales, donde se ofrecerán simuladores de vuelo, espacios educativos y experiencias inmersivas para que los visitantes puedan comprender lo que vivieron los pilotos argentinos durante la guerra. Incluso, se planea utilizar inteligencia artificial para recrear las voces de los caídos en combate, relatando sus historias y enfrentamientos.
“Este será un espacio único en el país, pensado para que escuelas y delegaciones de todo el país puedan visitarlo. Queremos que sea un lugar de aprendizaje, memoria y homenaje”, explicó Crippa.
El desafío de la financiación
El proyecto enfrenta múltiples dificultades económicas. “Somos seis o siete personas trabajando con recursos limitados. Sacamos un préstamo inicial que no alcanzó, y seguimos poniendo tiempo y dinero para lograrlo. Queremos movilizar a los argentinos para que colaboren con lo que puedan”, señaló.
Pese a los obstáculos, Crippa confía en que la colaboración ciudadana y, eventualmente, el apoyo estatal puedan hacer realidad este homenaje a los héroes de Malvinas, preservando un pedazo importante de la historia argentina para las futuras generaciones.
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