
El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de anunciar esta reforma, que según el gobierno, reducirá las barreras de ingreso al mercado y aumentará la transparencia. "La desregulación permitirá una mayor competencia, simplificación administrativa y un mejor servicio", comentó Adorni, destacando la importancia de esta iniciativa en el marco de la política de desregulación de diversos sectores impulsada por la gestión de Javier Milei.
La medida busca eliminar las exclusividades históricas otorgadas a las empresas de correos estatales, como Correo Argentino, para el envío de cartas documento, telegramas y encomiendas. Desde ahora, cualquier operador que cumpla con los nuevos requisitos podrá prestar estos servicios, que incluyen la posibilidad de enviar documentos y realizar giros postales. La inscripción para operar será completamente digital, gratuita y simplificada, lo que permitirá a las nuevas empresas comenzar a operar en solo cinco días desde su inscripción.
A su vez, los operadores postales podrán definir con total libertad los medios, equipos, y modalidades de trabajo que consideren necesarios para su actividad. La digitalización de los servicios también está contemplada, ya que los telegramas y cartas documento podrán enviarse en formato digital, facilitando el proceso y reduciendo costos.
El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, junto con la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, trabajó en la reformulación de los decretos previos y la derogación de normativas que se consideraban obsoletas. En ese sentido, el gobierno destaca que la medida también tiene como fin eliminar la burocracia que históricamente obstaculizó la competencia en el sector.
A pesar de las promesas de modernización, la medida podría generar tensión con las empresas estatales como Correo Argentino, que históricamente ha estado en la mira del gobierno por su bajo rendimiento financiero. La empresa, que cuenta con una extensa red de sucursales en todo el país, ha experimentado una caída drástica en el volumen de cartas que transporta, con un descenso del 80% en los últimos 15 años. Hoy, su principal negocio es el transporte de paquetes de comercio electrónico, aunque su volumen aún está por debajo de otros países de la región.
En paralelo a la desregulación, Correo Argentino atraviesa un proceso de saneamiento para reducir el déficit que ha acumulado en los últimos años, con la intención de equilibrar sus cuentas a fines de 2024. Sin embargo, los intentos de privatización de la empresa continúan siendo parte del debate político, lo que genera incertidumbre sobre su futuro en el marco de estas nuevas políticas.
La desregulación del servicio postal es parte de un proceso más amplio de apertura y modernización de sectores económicos estratégicos, aunque también genera dudas sobre el impacto que tendrá en los precios, la calidad del servicio y el empleo en el sector.
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