Industriales Pymes Argentinos (IPA) reclamaron por una actualización del tope permitido para importar a través del sistema de courrier que actualmente está en u$s 1.000.
Por otro lado, los industriales textiles agrupados en Pro Tejer pidieron optimizar los controles aduaneros y no eliminar el traspaso por el "canal rojo" para las importaciones de su sector.
Desde IPA señalaron que las compras a través del sistema courrier son esencialmente de insumos para reparaciones cotidianas que no se producen en el país y solo se consiguen en el exterior. Es por eso que piden que el tope se eleve a u$s 3.000 desde los u$s 1.000 actuales ya que consideran que tienen "serios inconvenientes para producir y reparar máquinas que requieren insumos importados que superan los u$s 2.000".
Según señalan desde la entidad, "la falta de agilidad de las importaciones generó un parate obligado en las fábricas", lo que puso en riesgo la continuidad de líneas de producción y de puestos de trabajo. Según datos de la entidad, en Argentina hay más de 50.300 PyMEs industriales manufactureras que, si se promedian, cada una contaría con 25 trabajadores.
"Se están multiplicando los casos en donde están mucho tiempo las máquinas paradas para poder producir, porque no tenemos el repuesto en el país", alertó Daniel Rosato, presidente de la entidad,
"Es necesario que exista cierta flexibilidad para temas sensibles, que no moverán la aguja de la balanza de dólares, pero que serán clave para el funcionamiento diario de las Pymes industriales", agregó.
En este contexto, el Banco Central anunció la flexibilización del acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) para las MiPyMEs, las cuales podrán pagar sus importaciones de bienes en 30 días a partir del 15 de abril. Además, facilitó el acceso el MLC para pagar hasta el 20% del bien importado en concepto de anticipo, en el caso de bienes de capital.
Si bien desde el sector reconocen la medida como buena, no resuelve el problema. En diálogo con El Cronista, Rosato destacó que el anuncio no resuelve la necesidad de agilidad: "Permite dar un anticipo, agiliza las compras de bienes de capital y materias prima, y baja mucho los costos porque recorta la necesidad de financiación, que venía siendo de 120 o 150 días, pero con un costo del 18% en dólares y el impuesto PAIS".
Sin embargo, insiste en la necesidad de revisar el tope del courrier: "Es mucho más rápido, en 24 o 48 horas ya tenes el repuesto para las máquinas, que en general son importadas y no se consigue el repuesto acá".
En el sentido contrario, la Fundación Pro Tejer, que nuclea a las principales empresas del sector textil y confecciones, se manifestó en contra de la decisión del Gobierno de flexibilizar las importaciones del 36% de los productos que ingresaban directamente al "canal rojo" de Aduana, el cual implicaba un control exhaustivo de la mercadería a raíz de legislaciones antidumping.
Entre los principales productos sobre los que se levantó la obligatoriedad se encuentra los textiles y electrodomésticos.
Desde Pro Tejer puntualizaron: "Entendemos que para eficientizar el comercio exterior no se deben eliminar los controles, sino optimizarlos".
"La importación desregulada de productos textiles genera, en la mayoría de los casos, competencia desleal", agregaron en un comunicado y señalaron que la gran mayoría de los productos son importados desde Asia (70%) y son fabricados en países que no cumplen los mínimos estándares ambientales, con condiciones laborales precarias y sin condiciones de seguridad e higiene.
Apuntaron además que la región es objeto del dumping de otros países que entran mercaderías de temporadas pasadas a precios rebajados y que el sector es víctima de importaciones irregulares, ya sea por usar otras nomenclaturas, triangulación de origen o subdeclaración.
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