Pasadas las 12, la oposición logró superar el primer obstáculo de la jornada: con lo justo, llegó a los 129 presentes que se requieren para poner en marcha la sesión, cuya convocatoria había sido propuesta por el jefe de la UCR, Mario Negri durante el último debate en el recinto.La duda era si los tres libertarios, encabezados por Javier Milei, habilitarían el arranque de la sesión. La postura de La Libertad Avanza (LLA) era que se sentarían en sus bancas solo si el temario incluía la derogación de la ley sancionada en 2020. Y así fue. Además de LLA, dieron quórum Juntos por el Cambio, Juntos Somos Río Negro, el Interbloque Federal y SER.Así las cosas, se puso en marcha la sesión en la que, en primer término, Juntos por el Cambio pidió votar la derogación de la ley que rige desde hace tres años. Por no contar con dictamen de comisión, se requerían dos tercios de los votos. La bancada opositora daba por descontado que la jugada fracasaría. Y así fue: apenas 124 de los 257 diputados votaron a favor; 110, en contra.

Pero fue el anzuelo para que el líder de La Libertad Avanza y su tropa se sentaran en sus bancas. A la vez, a sabiendas de que los votos no estaban, incluso aquellos diputados de JxC que se oponen a la derogación levantaron la mano: no podían mostrarse divididos a días de las PASO, en las que Milei se impuso como ganador.

Ley de Alquileres: los cambios que logró la oposición

Mientras la sesión sucedía, tras bambalinas, diputados de la oposición negociaban los cambios del dictamen de minoría que lleva más de un año listo para ser votado. Es que, si bien el texto había sido firmado por referentes de diferentes bloques de la oposición, dividía aguas puertas adentro.

Por caso, había diferencias en torno a que la actualización del contrato de alquileres pueda ser por intervalos de entre 3 y 12 meses, cuando la ley vigente establece que ese lapso debe ser anual.

Finalmente, se acordó que los períodos de ajuste del valor del alquiler se acuerden entre las partes por intervalos no inferiores a cuatro meses.

El segundo cambio que negociaba, pero finalmente se mantuvo tal cual establece el dictamen de minoría, era modificar la fórmula de actualización del monto del alquiler.

Mientras que la ley actual establece que se compone por una combinación de los índices IPC y Ripte (mitad y mitad), de sancionarse el proyecto que se votó en el recinto, las partes podrán elegir entre un menú de opciones entre las que pueden optar las partes de manera libre.

Ellas son: Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y/o el Índice de Salarios (IS) elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) o una combinación de esos índices.

Un dato clave es que, a diferencia de la ley actual, el dictamen de la oposición que se aprobó vuelve a los contratos de dos años de duración. Hoy duran tres años.

Durante la jornada, quien quedó cargo de la redacción fue el rionegrino Agustín Domingo, alfil del gobernador electo Alberto Weretilneck. La encargada de leer esos cambios fue la bonaerense Graciela Camaño.

Para que el dictamen llegara a buen puerto, la oposición debía reunir la mitad más uno de los votos. Pero antes tener quórum al momento de la votación, que se puso en dudas luego de que los tres libertarios se levantaran de sus bancas.

Cómo votaron los diputados

Finalmente, los tres diputados de La Libertad Avanza volvieron al recinto y la oposición logró imponer su dictamen al momento de la votación. Reunió 125 votos a favor, 112 en contra y tres abstenciones (dos del socialismo y una del oficialismo, el camporista Emiliano Estrada).

A favor del proyecto que ahora deberá ser tratado en el Senado votaron Juntos por el Cambio (116), el Interbloque Provincias Unidas (3), SER (2) y parte del Interbloque Federal (4).

¿Quiénes votaron en contra? La Izquierda, el Frente de Todos, parte del Interbloque Federal (Alejandro "Topo" Rodríguez y Natalia de la Sota) y La Libertad Avanza.

En tanto, el dictamen del oficialismo -que era el de mayoría- fue rechazado por la oposición. A grandes rasgos, el texto mantenía el grueso de la ley vigente, y le añadía una serie de incentivos tributarios destinados a los propietarios. Al momento de la votación, cosechó 109 votos a favor y 131 en contra.