"Para septiembre esperamos que esté aún más alta (en torno al 12%), y si bien vemos una desaceleración para octubre, en estos tiempos de total incertidumbre priorizamos la cobertura", cerró Morales.
¿Se había perdido el apetito por los plazos fijos UVA?
Según el Banco Central (BCRA), el stock de plazos fijos tradicionales se ubicó el 29 de agosto en $13.532 millones, lo que implicó una suba nominal del 8,9%, por debajo de la inflación. En cambio los plazos fijos UVA fueron de $273 millones con una merma mensual del 4,3% en términos nominales.
"Una vez que se conozca el dato de la inflación, habrá que esperar si el Banco Central modifica las tasas de interés. Con la foto de hoy te diría que lo más seguro o lo preferente sería un plazo fijo UVA porque se espera una aceleración muy fuerte de la inflación, pero en en realidad yo esperaría a conocer el dato en la inflación que se da la semana que viene y ver qué es lo que hace el Banco Central", le dijo a este medio el analista financiero Christian Buteler.
Buteler también recordó que "si se hace un plazo fijo UVA hay que quedarse tres meses. Ante esto si el Banco Central modifica la tasa puede suceder que durante ese tiempo haya convenido quedarse en un plazo fijo tradicional".
Estrategias para cubrirse este mes
El analista financiero Salvador Di Stéfano en diálogo con Ámbito dijo que una forma de llegar "cubiertos" a octubre es diversificar el capital en un 33% en plazo fijo tradicional, un 33% en plazo fijo UVA y un 33% en bonos atados al dólar linked (en este último punto también se pueden considerar Obligaciones Negociables o pagarés vinculados al dólar mayorista).
Otra estrategia, según Di Stéfano, podría ser dividir el capital en: 25% plazo fijo tradicional, 25% plazo fijo UVA, 25% instrumentos atados al dólar linked (bonos soberanos o pagarés) y un 25% de dólar MEP o instrumentos ligados al dólar como bonos soberanos (hay que tener en cuenta la volatilidad) u Obligaciones Negociables.
"Depende del grado de sofisticación del inversor", dijo Di Stéfano y recordó que "han cambiado los patrones de comportamiento", así aclaró que, hasta los tres meses previos, la inflación era más elevada que la tasa de interés y la devaluación, y ahora, pese a que se aceleró el IPC, la depreciación del tipo de cambio tras las PASO fue del 22% y la TEA del BCRA está en el 208%.
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