Se trata del mismo sujeto detenido el año pasado por abordar a menores de edad y masturbarse en la vía pública, oportunidad que exhibiría imágenes pornográficas desde su celular, e incluso en una ocasión habría intentado tomar a una de ellas del brazo.
Se trata de Esteban Villanueva, que en abril de 2019 fue sentenciado a 4 años de cárcel de cumplimiento efectivo, por cinco hechos que quedaron probados en el debate oral no público, ocurridos entre mayo y junio de 2018, en el barrio Margen Sur de Río Grande.
Sin embargo, antes de cumplirse ese plazo, Villanueva otra vez está en la calle y fue detenido ayer por la tarde luego de múltiples denuncias radicadas por familias nuevamente de la Margen Sur.
Durante esta semana, los padres de una menor se aceraron a la Comisaria de Familia para denunciar que este sujeto que luego fue identificado, habría perseguido a su hija en un auto color bordó, el mismo se encontraba desnudo y se masturbaba al momento de seguirla.
Un episodio de similares características habría ocurrido también con otras jóvenes en cercanías de la calle Los Patriotas al 900.
Ante la denuncia, en la tarde de ayer, efectivos de la Comisaría 4º demoraron al sujeto en inmediaciones del Puente General Mosconi, momento en el que se movilizaba en un vehículo de similares características al denunciado.
Tras ser detenido, los efectivos dieron intervención al Juzgado de turno, quien solicitó recaudar imágenes de videos de cámaras de seguridad de la zona, para corroborar la versión denunciada en dependencia policial.
Los antecedentes de Villanueva
El hombre, en ese entonces de 21 años, fue sometido a juicio por cinco hechos, ocurridos entre mayo y junio de 2018, en el barrio Margen Sur de Río Grande.
El primero de ellos ocurrió el 28 de mayo, cuando una niña de 12 años salía de comprar de un kiosco y el hombre la interceptó y le mostró en la pantalla de su celular la “imagen de una persona menor de edad que se encontraba sobre una cama desnuda en postura predominadamente sexual”, detalló el fiscal de la causa, Jorge López Oribe, en su requerimiento de elevación a juicio.
Además, al imputado se le recriminaba haber intentado abusar sexualmente de la misma, tras haberle mostrado la imagen mencionada, “al haberla sujetado de su muñeca izquierda e intentando tocarle las partes íntimas”, situación que la menor no permitió ya que empezó a gritar y le pegó una patada para luego salir corriendo.
Por otro lado, el siguiente hecho ocurrió el 4 de junio del mismo año, y se acusa al imputado de haber mostrado a otra niña de 12 años, un vídeo con contenido pornográfico, cuando ésta se encontraba en una garita de colectivos; tal situación motivó que ella huyera corriendo de ese lugar.
El otro hecho ocurrió el mismo día, pero 15 minutos más tarde, y consiste en haber exhibido a una niña de 11 años imágenes pornográficas (mientras ésta se encontraba en compañía de su hermanita de 6 años), cuando se dirigían a su domicilio, luego de la salida del colegio.
Por último, se le reprochaba tener en su poder pornografía infantil, es decir representaciones de personas menores de 18 años (incluidos niños y niñas menores de 13 años).
La posesión de las imágenes se constató el 9 de junio de ese mismo año, en horas de la madrugada, cuando se procedió a la detención del imputado y se le secuestraron dos aparatos celulares.
Todo esto fue probado en juicio, lo que derivó en la condena a 4 años de cárcel que, como suele ocurrir, no llegó a cumplir ese plazo y ya se encuentra en libertad.
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