El accidente tuvo lugar en la localidad de la ciudad santa cruceña cuando- por razones desconocidas colisiona frontalmente contra una familia de Río Gallegos, en la ruta nacional 3.
No se tiene detalle de las razones por las que se dio el trágico accidente en el que el joven Cristian Damián Gordillo - 31 años- tras la vuelta de sus vacaciones en la provincia de Córdoba. El mismo se dirigía en su vehículo marcaChevrolet modelo Corsa, acompañado de sus mascotas.
Aproximadamente a unos 80 kilómetros al norte de Río Gallegos a la altura del río Coyle, donde impactó contra un rodado Fiat 500 en el que una familia de esa ciudad -que salía de vacaciones -
El impacto generó la muerte de joven Gordillo en forma instantánea. El otro vehículo volcó a causa de la colisión siendo hospitalizados sus cuatro ocupantes, uno de ellos con lesiones graves.
El riograndense fallecido era hijo de un ex policía retirado de Río Grande, licenciado en teatro recibido en la universidad de Córdoba, a partir de lo cual trabajaba en el Polivalente de Arte, siendo además conocido por trabajar como peluquero.
Mauro (22), iba a bordo del Fiat 500 junto a sus padres, su mujer y su beba. Según su relato con LOA, todo sucedió una vez comenzada la breve pero intensa tormenta que se desató en la zona. “Nos agarro una tormenta antes de Lemarchan. Estaba todo despejado y de un momento a otro nos atrapó la tormenta, empezó el agua muy muy fuerte con relámpagos, y en un momento muchos granizos”, comenzó contando.
“Ahí fue donde el auto se puso de costado. Mi viejo no volanteó ni nada, solo el auto se dio vuelta, quedamos de costado a la ruta y a los segundos nos choca un auto en la parte delantera del acompañante. Ahí nos hizo hacer dos trompos y volcamos cuando mordimos la banquina”, continuó narrando Mauro.
Tras el vuelco, el joven señaló que afortunadamente no estaba tan herido, por lo que pudo salirse del rodado para auxiliar a su familia. Lo primero que hizo fue chequear el estado de su hija: “Estaba re bien”, expresó. Luego la sacó, junto a su pareja, y fue a ver a sus papás.
“Los dos tenían los brazos rotos“, por lo que no se pudieron soltar de los asientos. Pero Mauro pudo desatarlos y sacarlos con éxito: “Gracias a Dios yo no estaba herido y pude hacer eso, la verdad no sé como lo hice“.
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