Hace unas semanas una vecina de la ciudad, denuncio que le habían sustraído todos sus contactos y mediante el sistema de estafa telefónica le solicitaban dinero a todos estos números.
En este sentido, Javier Langelloti (yerno de la mujer) explicó cómo han vivido dicha situación como familia. En esta ocasión accedieron a la cuenta de Adriana y comenzaron a enviarle mensajes a sus contactos para que agendaran su nuevo número. El objetivo de la estafa era solicitar, con una causa de suma urgencia, la compra de unos dólares para que se haga un depósito a una cuenta bancaria X y supuestamente el dinero de intercambio “se lo acercaría a su domicilio”
“Por más que se hagan las denuncias, muchas veces los estafadores van cambiando de número, es toda una red. Lo primordial es avisar a todos los contactos posibles, publicarlo en las redes sociales para que se evite que caigan más personas en la estafa”.
Aseguró que, “afortunadamente no cayó ninguno en nuestro entorno familiar y de amistad, tuvimos la suerte de darnos cuenta de que estaba sucediendo. Si bien, comenzó con un simple hackeo, tomó otra gravedad porque se empezó a expandir”. Asimismo, los más allegados se dieron cuenta de que esto no era normal, ya que en los mensajes de texto utilizaban modismos que no eran propios del dialecto argentino.
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