Javier Maximiliano Ponce de La Rubia, un conocido delincuente tucumano, enfrenta nuevas imputaciones a pesar de estar tras las rejas en el penal de Bahía Blanca, según la fiscal de Santa Fe, María Laura Urquiza, Ponce de La Rubia realizó llamadas extorsivas en marzo de este año, haciéndose pasar por un miembro de la temida banda criminal "Los Monos".
En ese marco, el recluso desde su celda, contactó a seis estaciones de servicio YPF en Santa Fe y Santo Tomé, exigiendo dinero a cambio de protección, en un contexto de miedo generalizado por los asesinatos al azar en Rosario.
El resultado de estas llamadas fue que, en al menos un caso, un encargado de una estación de servicio sucumbió al miedo y transfirió dinero a una billetera virtual. Esta situación subraya la capacidad de los presos para continuar delinquiendo desde la cárcel, aprovechándose del terror que siembran organizaciones criminales como Los Monos.
Días atrás, las autoridades allanaron la Unidad Penal Nº 4 de Villa Floresta, donde Ponce de La Rubia está detenido desde octubre de 2022 por el robo calificado a una gomería. También se realizaron allanamientos en otros domicilios de Bahía Blanca relacionados con el caso.
Es importante señalar que, este no es el primer encuentro de Ponce de La Rubia con la justicia ya que, en 2018, estuvo preso en Tierra del Fuego, acusado de robo simple. Sin embargo, fue absuelto por el Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Norte, lo que le permitió recuperar su libertad en esa ocasión. Su historial delictivo y su habilidad para seguir operando desde la prisión plantean serias preguntas sobre la seguridad y el control en los establecimientos penitenciarios argentinos.
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