
Además, resaltó que el nuevo jefe de Gabinete “aportará su profesionalismo, experiencia y capacidad política” al cargo de ministro coordinador, “luego de ejercer exitosamente el cargo de Ministro del Interior, habiendo sido uno de los artífices de la gesta que llevó a Javier Milei a la Presidencia, y siendo reconocido por todas las fuerzas políticas por su capacidad de gestión y consenso”.
En otro comunicado difundido esta noche, el Gobierno dejó en claro los cuestionamientos severos a la gestión de Posse. “En el día de hoy, el presidente Javier Milei presentó la renuncia presentada por Nicolás Posse a la Jefatura de Gabinete de Ministros. Motivó esta decisión la diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas. Posse continuará acompañando, como desde el primer día, las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad y el proyecto de una Argentina libre, impulsado por el Presidente Milei. Lo hará desde un nuevo rol, que será dado a conocer en los próximos días. Esta semana se avanzará en una transición ordenada junto al Ministro del Interior, Guillermo Francos, quien asumirá el rol a cargo de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Fin”.
A ese mal paso inicial le siguieron los retrasos en la designación de gran cantidad de posiciones en la administración pública central que, todavía, siguen vacantes. Se agregaron los aumentos de sueldos a los funcionarios del Gabinete que pasaron por su firma y la del propio Presidente. Y se le sumaron fuertes diferencias de criterio con Karina “El Jefe” Milei. También hubo mucha disconformidad con el informe que brindó ante el Senado de la Nación: hubo quejas porque desenfocó la atención del Pacto de Mayo y el paquete fiscal, a un acto institucional que podía haberse demorado dos semanas o incluso un mes más. Y también se escucharon críticas por el tono cansino y apagado para defender al Gobierno frente a las agresiones inclementes del kirchnerismo.
Todos esos antecedentes fueron clave para que Milei tomara la decisión de echar a Posse.
La pésima sintonía entre ambos había quedado expuesta cuando el mes pasado el entonces jefe de Gabinete fue el único funcionario que se ausentó de la presentación que hizo Milei en la Fundación Libertad. “No están bien las cosas entre ellos. Hay mucha bronca porque se le pide decisiones que no toma o toma decisiones en sentido contrario”, reconoció semanas atrás una fuente calificada del Gobierno cuando todavía los rumores de un despido circulaban sotto voce. El otro dato que ya selló su suerte fue la ausencia ruidosa del ahora ex Jefe de Gabinete de la presentación del libro en el Luna Park.
Las versiones sobre su desempeño deficiente fueron escalando al mismo ritmo que crecían los elogios internos por la tarea componedora de Francos y la infatigable acción política para lograr que en el Congreso avancen dos proyectos que son clave para el Gobierno: la Ley Bases y el paquete fiscal. Con la decisión de Milei, el rol de Francos toma una envergadura distinta para encarar las negociaciones con la oposición.
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