Después de cuatro meses de transición -la más larga de la historia argentina-, Mauricio Macri asiste a lo que será una abultada agenda de su última semana en el poder. Va a aprovechar hasta el último día para intentar dejar un fuerte mensaje de defensa de su gestión. Y con chicanas a su sucesor, Alberto Fernández, reclamará cada vez que pueda la continuidad de sus políticas económicas, pese a la grave crisis que deja su ultimo año de gobierno.

El último viaje

El canciller Jorge Faurie confirmó la agenda internacional con que Macri cerrará la última semana en el poder, mezclada con el clima de despedida en la Casa Rosada que culminará el sábado 7D con un acto en Plaza de Mayo.

Macri tiene previsto partir este domingo a Madrid para participar de la Cumbre de Cambio Climático de la ONU.

El martes 3 hablará en la sesión general de esa cumbre.

Además, según Faurie confirmó a A24.com, mantendrá reuniones bilaterales con otros mandatarios extranjeros y defenderá el acuerdo de Libre Comercio Mercosur-UE.

El miércoles 4, se despedirá de los empleados de la Casa Rosada. Va a recorrer una por una las oficinas de la sede de Balcarce 50. No se descarta un encuentro con periodistas acreditados.

El jueves 5, se va a Río Grande do Sul, Brasil. Ahí va a participar de su última cumbre del Mercosur y tendrá un último encuentro con Jair Bolsonaro.

Bolsonaro y el Mercosur

Esta reunión generó fuertes expectativas en los últimos días a raíz de los cruces verbales que el brasileño mantuvo con el presidente electo argentino, Alberto Fernández, y por sus diferencias con la política arancelaria y de apertura comercial en el bloque regional.

¿Qué sabemos hasta ahora? El canciller Faurie aseguró que Macri coincide con la postura del brasileño de bajar los aranceles intrabloque. Negó que se tratara de \"un decreto de Bolsonaro\". \"Hay consenso con los otros dos mandatarios del Mercosur (Uruguay y Paraguay) porque el arancel común es muy alto\", dijo.

¿Cuál va a ser la postura argentina?

Difícil de saber porque todavía tenemos un presidente que no se fue y uno que no llegó. Faurie, de todos modos, anticipó la postura de Macri en la cumbre.

Dijo que esperan que el gobierno entrante continúe las mismas políticas de apertura económica impulsadas durante los últimos cuatro años y plasmadas en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE.

Esto va a contramano de lo que dijo Fernández ante empresarios de la UIA. Prometió \"no permitir que ingresen productos extranjeros\" que puedan perjudicar la producción nacional.

Ola de decretos para cerrados el ciclo de gobierno

A días del traspaso del poder, Macri continuó haciendo lo que criticó de su antecesora y vicepresidenta electa, Cristina Kirchner: aprobando decretos que ya aparecen publicados en el Boletín Oficial, como la ola de designaciones de empleados de distinta jerarquía en la administración pública.

El decreto fue duramente criticado por los gremios estatales porque creó un nuevo sistema de concursos para que puedan quedar efectivos funcionarios de alto rango que históricamente se ejecutaron como cargos políticos designados por cada gestión.

Este tipo de funcionarios suele renunciar y dejar el Estado junto con el presidente que los contrata por tratarse de espacios en manos de personas leales a cada gobierno o militantes partidarios.

Después de firmar el decreto que creó el nuevo régimen de “Alta Dirección Pública” (ADP), continuaron las designaciones y traslados de personal en embajadas, del servicio exterior, área militar y distintos ministerios.

La despedida y la grieta

En sus últimos discursos ante empresarios y Pymes, Macri ensayó lo que será su discurso opositor y le envió mensajes a Alberto para reclamar \"continuidad de todo el trabajo realizado en estos años por su gobierno\".

Se espera que antes de dejar la Casa Rosada brinde un mensaje -puede ser grabado o una conferencia de prensa- el miércoles o viernes de la semana que viene, entre su viaje a España y Brasil. La idea es defender lo que hizo en su gestión.

Tres días antes de entregar el bastón y la banda presidencial, el 7 de diciembre, se despedirá de sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada. Espera una multitud que vuelva a movilizarse en su apoyo.

El 8 de diciembre compartirá una misa en Luján con Alberto Fernández en medio de gestos de ambos presidentes de moderar la grieta que los separa políticamente.