En el caso de llegar a la Casa Rosada, Alberto Fernández está dispuesto a revisar todos los acuerdos bilaterales sellados por la Argentina con Gran Bretaña respecto al conflicto de las islas Malvinas. El candidato del Frente de Todos ya estudia junto a un equipo de asesores los tratados Madrid I y II, que dieron reinicio a las relaciones diplomáticas cortadas por la guerra de 1982, hace treinta años.
La revisión que estudia Fernández implica replantear el Acuerdo que en 1989 firmó Carlos Menem en Madrid para poner bajo un paraguas el debate de soberanía y avanzar en otros temas de las relaciones bilaterales.
El ex embajador Jorge Argüello, Secretario de Estado para la Cuestión Malvinas de la provincia de Tierra del Fuego, sentenció, \"puedo decirte que el tema será importante en la agenda de AF\".
Arguello viene de participar recientemente en Ushuaia de un encuentro, junto a la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone y el ex canciller Rafael Bielsa, titulado “A 30 años del Acuerdo de Madrid I: Repensar una nueva estrategia nacional para Malvinas”.
El seminario y la exposición forman parte de las líneas de acción que evalúa el candidato del Frente de Todos. De hecho, el domingo pasado, en la primera del debate presidencial que se realizó en la ciudad de Santa Fe, Fernández hablo de la necesidad de “reivindicar la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas y en memoria de los más de 600 argentinos que quedaron allí, me voy a ocupar de que las cosas sean distintas\".
El Tratado de Madrid se logró tras arduas negociaciones llevadas adelante por el entonces embajador argentino Lucio García del Solar y Crispin Tickell, por la parte británica. En ese acuerdo, el Reino Unido se mostró dispuesto a hacer una reducción de la zona de exclusión de las islas; se planteaba mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco en relación con el comercio, la pesca, la navegación e hidrocarburos. Y se puso bajo un paraguas el debate de la soberanía.
Con la llegada de Macri al poder se redefinió esa política y se abordó el acuerdo Duncan-Foradori, logrado en 2016, que contempló, un intercambio comercial, el restablecimiento de los vuelos, la posibilidad futura de renegociar la explotación de los recursos de pesca y petróleo y el proceso de identificación de ADN de los soldados argentinos no identificados sepultados en el cementerio de Darwin.
Con la llegada de Alberto Fernández al poder todo esto será revisado, habrá una vuelta de página en la historia argentino-británica y al entender de algunos diplomáticos, se tratará de un retroceso claro de los avances que hubo hasta ahora.
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