El director del CEMEP, Dr. Daniel Duarte, expuso un complejo panorama epidemiológico en la zona norte, en diálogo con Radio Universidad 93.5 , ante la ocupación de camas de terapia intensiva con respirador, y la positividad que sigue creciendo día a día.
“Esto ya viene desde hace semanas, y el 5% de los casos positivos ingresa a terapia intensiva, donde yo desempeño mi función. La ocupación de camas que está teniendo la terapia intensiva es importante. Tenemos 12 camas, sumamos 4 más y estamos pensando en seguir expandiéndonos, en la medida que lo permita el recurso humano y tecnológico. Actualmente de las 16 camas, hay 15 ocupadas, y 12 de ellas con respirador”, precisó.
“Una vez que aparecen los síntomas, la persona infectada con COVID puede contagiar 7 días antes y 7 días después. Desde la aparición de los síntomas, al quinto día empieza a haber un proceso inflamatorio como respuesta al virus, y ahí empiezan todas las manifestaciones sistémicas, como la alteración a nivel pulmonar, de laboratorio, la función renal, y algunos marcadores se alteran entre el séptimo y décimo día. Nosotros tenemos un protocolo de los pacientes con seguimiento a los que se le hace la tomografía y el laboratorio a partir del séptimo día, y de esa forma ya los clasificamos para ver qué camino va a tomar ese paciente. A esa fecha de evolución ya presentan alteraciones tomográficas o alteraciones en el laboratorio. Cualquiera de las dos condiciones nos pone en alerta para empezar a intentar algún tipo de tratamiento. A veces es un corticoide, otras veces la internación y agregamos un corticoide”, explicó.
“Después de 10 ó 15 días de evolución, como hemos recibido en los últimos días, el paciente ya viene con el pulmón bastante lesionado y se hace ventilación invasiva en un primer momento y luego la asistencia respiratoria mecánica con el respirador. Son pacientes que están mucho tiempo en terapia intensiva con asistencia respiratoria, por lo tanto queda la cama ocupada bastante tiempo. Si hay una detección precoz, nos permite tener resultados positivos en cuanto a la mortalidad de los pacientes”, diferenció.
Problema instalado en la ciudad
Dado que el gobierno anunció la suspensión de la cuarentena para los que arriben en los vuelos de Aerolíneas Argentinas, se le preguntó si puede agravar la situación, si bien se deben realizar el PCR 72 horas antes. “En la ciudad hay circulación virológica activa. Una persona que venga se tiene que aislar si tiene síntomas como cualquier ciudadano. Mucha gente está circulando con síntomas y hay algunos asintomáticos que están circulando y no se dan cuenta. Pero muchas personas son sintomáticas y están circulando. Independientemente de que tengamos una restricción a la gente que venga o un aislamiento restrictivo, el mayor problema lo tenemos dentro de la ciudad”, subrayó.
Respecto de cómo se sale de la circulación comunitaria, dijo que “Europa está pasando la segunda etapa de brote, ya tuvieron pequeños brotes en distintas regiones de capitales importantes, en Alemania, Francia, España, y empiezan con la concientización social. Ellos apelan mucho a la información y al acercamiento a la población para que entiendan que un paciente con síntomas no debe salir. Hay pacientes que no entienden cuáles son los síntomas, después de seis o siete meses de pandemia, entonces un asistente social les puede brindar esa información. Luego está el hisopado rápido, la detección rápida y el aislamiento de ese grupo familiar, porque es el grupo familiar el que se tiene que aislar. No sirve de nada tener aislado al positivo y que todos los convivientes estén deambulando porque en ese momento no tienen síntomas. Al quinto día aparecen los síntomas, pero durante 7 días transmitieron la enfermedad. Es imposible si no tenemos una concientización social”, sostuvo.
Capacidad al límite
Con el tema de las camas, advirtió que si no baja la curva no se podrá dar respuesta. “Estamos reportando 180, 130 casos diarios, al séptimo día vamos a tener el 5% de esas personas que van a necesitar terapia. Por lo tanto están ingresando entre tres y cuatro pacientes por día a terapia intensiva. No va a haber suficiente cantidad de camas con respiradores. En la noche del miércoles estuvimos reunidos con la gerencia para ver la posibilidad de seguir expandiéndonos. Tenemos la capacidad operativa de profesionales, porque podemos comprar respiradores, camas o monitores, pero necesitamos médicos preparados. Es una patología muy compleja y no puede estar manejada por médicos que no sean especialistas. Hay un artículo que salió esta semana que menciona lugares con más mortalidad donde no había especialistas médicos”, citó.
Se le preguntó si los pacientes del CEMEP son derivados del hospital o van por su cuenta. “Ya prácticamente consultan por guardia o consultorio, a través de una videollamada. Los mismos médicos se van consultando y de esa forma van ingresando los pacientes. Nosotros tenemos hisopado con PCR así que también vamos detectando y haciendo el seguimiento a los pacientes. Tenemos aproximadamente entre 50 y 60 PCR diarios, de los cuales el porcentaje de positividad va en aumento día a día. Es lo que muestra la estadística regional todos los días”.
La negación social
El Dr. Duarte planteó dos condiciones para que no frene el contagio: “Hay gente que todavía no entiende. Hay personas ancianas donde vive la parejita sola, y que dicen que nunca salieron de su casa, pero a veces son los nietos o los sobrinos los que los contagiaron, porque ellos no se movieron estos siete meses. Después básicamente la gente cuando está en esta situación de pandemia, mucho tiempo encerrada, hace caso omiso y, como un proceso de defensa sale a afrontar la situación pensando que no le va a pasar nada. Pero después cuando les da positivo les da mucho miedo. El miedo a la muerte y a esta situación hace que las personas salgan”, aseguró.
Lo cierto es que hoy el virus se puede contraer “en cualquier lugar. El tapabocas es eficiente siempre que sea bien utilizado. Tanto el aislamiento como el lavado de manos, el tapabocas, son eficientes pero bien utilizados. Hemos visto el tapabocas solamente en la pera, o sin cubrir la nariz, y eso hace que esta situación empeore cada vez más. No hay que tocarse a cada rato el tapabocas con la mano, porque tocan un elemento en la vía pública, luego el tapabocas y obviamente se contaminan”, expresó.
“Al tercer mes de este brote en Río Grande por ahora se ha podido demostrar capacidad de respuesta del sistema sanitario, pero si esto sigue así, la ocupación de camas va a ser un problema. Desde el jueves o viernes de la semana pasada empezamos a notar este aumento de la incidencia de casos. Para que bajen los casos hace falta no el efecto policía, sino básicamente el efecto social. Tanto los medios de comunicación radiales, televisivos, gráficos, deben aportar a la comunicación y falta una actitud más activa para tratar de que la gente no salga si no es por suma necesidad y que, si tiene síntomas, se quede en su casa. La gente en eso está fallando. Uno le puede echar la culpa al gobierno, al médico, pero básicamente en la práctica diaria veo gente con síntomas que anda en la calle, muchas veces por desconocimiento. Hay personas ancianas que no pueden entender que están encerradas y se contagiaron, pero han tenido contacto con familiares. Pero hay gente que tiene síntomas y sigue saliendo, que culpa a que estuvo tomando una gaseosa fría, o cree que tiene alguna alergia, cuando en realidad lo que está circulando es el virus COVID”, observó sobre la resistencia del ciudadano a admitir lo que está pasando.
Médicos exhaustos
También se le consultó al Dr. Duarte si tuvo contacto con Dra. Vizzotti en su paso por la provincia el fin de semana, pero recién ayer se tomó un día libre luego de cinco seguidos de trabajo en terapia. “Nosotros fuimos invitados informalmente, yo justo ese fin de semana estuve trabajando con el equipo de terapia intensiva. Somos nueve intensivistas y la verdad no pude asistir. Estuvimos entubando pacientes y el fin de semana fue terrible. Ya venimos viendo este crecimiento y explotó entre lunes y martes, cuando nosotros ya lo veníamos viendo desde el jueves de la semana pasada”, dijo.
El recontagio es posible
El médico confirmó la posibilidad de que los asintomáticos sobre todo vuelvan a contraer la enfermedad. “La baja de casos va a ocurrir cuando se tome conciencia de esta situación. Inclusive hay mucha gente que estamos analizando y haciendo seguimiento personal, que fueron asintomáticos y tienen una carga de anticuerpos muy baja, o sea que están expuestos a tener nuevamente el virus en uno o dos meses. Pueden volver a tener COVID2, remarcó.
“Estamos analizando todas estas variables, porque generalmente en las publicaciones médicas se hablaba de cuatro meses para volver a contraer la enfermedad, y lo que estamos viendo es que los síntomas son muy bajos, la producción de anticuerpos es muy baja, y puede que a los dos meses se puedan volver a contagiar, porque la defensa no quedó desarrollada. Depende de la cantidad de anticuerpos que hayan generado pueden volver a contagiarse”, explicó.
Además mencionó entre los grupos de riesgo a las personas con “hipertensión, sobrepeso y diabetes, porque son tres factores condicionantes”.
El fin de semana largo
Previendo más salidas el próximo fin de semana, instó a organizarse para hacerlo. “Yo estuve cinco días trabajando y hoy es mi día libre, por eso pude descansar, y es bueno salir a caminar en un ambiente aislado, sin conectarse con las personas, saliendo lo justo y necesario al supermercado. No debe salir todo el grupo familiar sino seleccionar la gente que va a ir. Tenemos que organizar un poco la estrategia epidemiológica para no salir, o salir lo justo y necesario. Están las libertades, se puede salir a caminar, no en horario donde va mucha gente. Si estamos con convivientes, padre, madre, hijos, se pueden contagiar en la playa o en la casa. Hay que ver si es necesario salir con el grupo familiar o es mejor salir de a dos, para no congestionar el lugar adonde vamos a ir. En mi caso particular, yo salgo con mi hijo a caminar, vengo y sale mi esposa con mi hija, y después nos dividimos con mi señora para sacar a los perros. Hay que hacer toda una estrategia para tratar de disminuir la circulación virológica. Esto depende de la conciencia social y es la única forma en que vamos a bajar los contagios. No hay cura, no hay vacuna, hay un mayor conocimiento en el manejo de la parte intensiva, y por lo menos en la clínica estamos aplicando un protocolo bien establecido. Seguramente podremos publicar los resultados. Pero en cuanto a la prevención tenemos que organizarnos como sociedad para ver cómo vamos a seguir para que esto baje”, pidió.
Los tests rápidos
Por otra parte se le preguntó sobre la efectividad del test rápido, y afirmó que no sirven. “Todo lo que sea test rápido no sirve para el diagnóstico, se debe hacer la PCR o la tomografía al quinto o séptimo día. Para el control epidemiológico está la determinación de anticuerpos en la sangre. Todo eso lo tenemos desarrollado en la clínica, no a través del test rápido, que solamente dice si tuviste o no contacto, pero no da el valor. No es lo mismo tener 0,05 que tener 5. El que tiene 0,05 en veinte días seguramente no va a tener más anticuerpos, puede contagiarse y contagiar otra vez”, expuso.
Recomendó no olvidar la desinfección de alimentos al llegar del supermercado con alcohol rebajado con agua, en 70/30. “Se hace el rociado de las bolsas y de los productos. Antes de ingresar a la casa, rociar con alcohol la ropa, para los zapatos hay muchas rejillas que se pueden poner o un trapo de piso con lavandina. Lo mismo en el auto”.
Los síntomas
Finalmente hizo un repaso de los síntomas para conocimiento de la población: “Generalmente las personas jóvenes tienen menor cantidad de síntomas, que puede ser un resfrío común con dolor de cabeza y garganta. Los adolescentes son los que andan en la calle y pueden ser los que estén transportando el virus, básicamente por desconocimiento. Las personas mayores de 30 ó 40 años tienen mucho decaimiento general, fiebre, tos, diarrea, y también dolor de garganta, congestión, cefalea. Al quinto o séptimo día ya empieza la falta de aire. Ahí la gente se asusta y recién consulta. Otras personas consultan tempranamente y ya quedan aisladas con sus familiares, pero la gran mayoría no se aísla”.
Reiteró que hasta ahora no se conoce una cura ni tratamiento efectivo. “Se está haciendo en Argentina un estudio sobre ibuprofeno, pero no se selecciona únicamente ibuprofeno, uno pone corticoides, plasma de convaleciente, indica anticoagulación, entonces no se sabe si realmente es efectivo. El plasma de convaleciente sirve únicamente en los primeros días, pero después no sirve más. Se demostró en personas moderadas y graves que no sirve, y no se sabe realmente si fue el plasma, porque esos pacientes tuvieron tratamiento también con corticoides, con anticoagulantes. Todos son estudios muy sesgados, que demostraron efectividad en algunos centros, pero no se sabe si fue el ibuprofeno o la asociación con corticoides. Esto es muy nuevo y hay que ir por lo seguro: hacer un tratamiento comprobado científicamente”, concluyó.
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