El Observatorio de aves playeras Barco Azul se trata de un viejo barquito que fue reciclado y adaptado para que funcione como mirador de aves. De coquetas pasarelas y barandas de madera, este observatorio nace a partir de la necesidad de su puesta en valor como un patrimonio histórico de la ciudad.
Inaugurado de forma oficial el 16 de noviembre de 2005 es el único de su característica en la isla de Tierra del Fuego.
A partir de la escaza información documental, el historiador Oscar “Mingo” Gutiérrez aportó algunas características de la función de la nave, que en un primer momento fue utilizado para trasladar cargas de barcos más grandes que no podían ingresar al muelle viejo. Luego, en el periodo denominado como Proceso de Reorganización Nacional (dictadura militar de la década del 80), se pretendió destinar la nave a un viejo sueño de los habitantes de Tierra del Fuego, el cruce por aguas argentinas.
“El famoso barquito azul decía “SDC Lines” que era Suarez del Cerro, el gobernador de la provincia que en aquella época estaba con el proyecto del cruce por aguas argentinas. Entonces en la época del intendente Apollinaire mandaron a mejorar el aspecto de dos barcos que estaban abandonados sobre la costa, uno por un procedimiento judicial en el cual se había visto envuelto por desaparición y muertes, que era el otro barquito, el más chico. Después esta ese otro barquito” el azul, “que era más parecido al rolon rolof porque tiene una rampa en la parte delantera que sube y baja” inició su relato Mingo Gutiérrez en dialogo con Minuto Fueguino.
Y continúo relatando “pero en su momento se trajo como para unir ambos muelles del rio Grande. En donde se encuentra hoy el Club Náutico, construyeron una rampa y le pusieron el nombre de El Malecol, antes conocido como Punta Triviño por un vecino del lugar. El tema era cruzar los materiales petroleros que venían hasta esa rampa, para después embarcarlos en un camión y llevarlos para las zonas de producción que era TF1, Sara, Chorrillo y toda esa zona norte”.
En ese sentido, “el barquito iba a evitar cruzar por el viejo puente y salvar 27 kilómetros de recorrido, pero después llegaron los camiones de la Tennessee que eran unas máquinas poderosas que nunca antes se habían visto y no tuvieron ningún problema de andar por los lugares donde no había caminos”.
De eso modo, el barco azul fue rápidamente reemplazado. “Entonces el barquito azul se quedó esperando hasta que a los días del intendente Apollinaire, le dieron una fusión ornamental. Entonces se lo trajo desde una punta hasta el lugar actual”.
Por último, la nave comenzó a formar parte del paisaje fueguino con el retorno de la democracia. “En la época del gobierno militar no se tenía fácil acceso a toda esa zona que se llama AGP (administración general de puertos), asique nadie iba a meterse donde estaba el barquito. Algunos no lo habíamos visto nunca, era una zona que estaba vedada. Un día lo sacaron de ahí adentro y comenzó a formar parte de nuestros paisajes. Así, hay tantas cosas de nuestra historia que por ahí uno busca y no las encuentra”.
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