Agustina Villalba, es una joven vecina de Ushuaia diagnosticada con coronavirus, contó en sus redes sociales la angustiosa situación que vive y denunció un abandono por parte de las autoridades de la Provincia, ya que desde su contagio no volvieron a comunicarse con ella, pese a que sufrió fuertes dolores y otros síntomas del COVID-19.
“Hago esta publicación para contar que hace dos semanas aproximadamente me dieron el positivo para COVID. Al principio, fui a la clínica y me dijeron que tenía angina, me dieron medicamentos que no me hicieron nada y me quedé en mi casa”, contó.
La joven de 20 años, dijo que, a los 2 días de ese contacto con la Clínica San Jorge, se comunicó con el 107 debido a los dolores, “para ese entonces ya había perdido el gusto y el olfato”, con lo cual a los tres días “tuve que llamar para que me dieran una respuesta ya que no daba más de los dolores, sentía que moría al tener todos los síntomas juntos, estaba sola en mi casa ya que sola me alejé para prevenir a los demás”.
“Hoy estoy mejor, aislada hace demasiado tiempo, y jamás me llamaron desde el hospital, desde ningún lugar de salud para hacerme un seguimiento. Se lavaron las manos desde el día 1, me dijeron tomá paracetamol que es lo único que te va a aliviar (nunca me hizo nada) y cualquier cosa llamá; yo perdida, mareada, con un dolor de cabeza infernal, agitada, con tos, escupiendo sangre, con dolor de pecho y dolorida desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Todavía no me dan el alta, nunca llamaron para saber mi temperatura como me dijeron que iban a hacer, nunca preguntaron si necesitaba algo”, denunció.
Agustina, no solo padece la enfermedad, sino que también atraviesa una situacion compleja ya que debe afrontar un alquiler mes a mes y sobrevive gracias a la ayuda de los vecinos que le dejan comida en la puerta de su casa. “No todos tenemos los recursos suficientes para estar más de dos semanas encerrados y \"bancarla\" como se dice, sin que nadie se acerque, son días perdidos de trabajo y eso también desgasta y traba económicamente, ya que no es algo que uno elige sino algo que te toca ante cualquier descuido y algo a lo que todos hoy estamos expuestos”, dijo.
Finalmente, Agustina observó que por lo vivido “no están preparados desde ningún área de salud, los que tienen que darte una mano ante éstas situaciones son los que más a la deriva te dejan. Sólo queda agradecer a la gente que se acercó a dejarme cosas, remedios, con todos los medios de desinfección y cuidados. Y reclamar, pedir, y que escuchen. Que tengan profesión, que estén preparados, no es nada agradable que te dejen tirada los que deberían estar ahí”.
“Se la pasan publicando que cada vez hay más casos pero son sólo un número más para ellos.Un horror como se cagan en la salud de la gente.. Sean más empáticos y sean más persona”, concluyó.
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