Un nuevo proyecto en Río Grande busca transformar la infraestructura de faena y fortalecer la soberanía alimentaria de la región mediante la construcción de un frigorífico multiespecie. Esta iniciativa, que actualmente busca ser aprobada en la Legislatura provincial, pretende impulsar el desarrollo económico de la ciudad y la provincia, permitiendo que el ganado bovino y ovino sea faenado localmente, evitando así el costoso y ambientalmente perjudicial traslado al continente.
El proyecto de frigorífico, financiado mediante un crédito a 30 años con una tasa de interés del 3% anual, representa una inversión de más de 6 millones de dólares. Esta inversión, según se destaca, es clave para la ampliación de la matriz productiva de Tierra del Fuego, permitiendo que los recursos se queden en la provincia y que se reduzcan los costos asociados a la importación de carne desde otras regiones del país.
Actualmente, el 70% del ganado bovino que nace en Tierra del Fuego es trasladado al norte de Argentina para su engorde y posterior faena, antes de ser reimportado a la provincia para su consumo. Este proceso no solo encarece el precio de la carne en el mercado local, sino que también genera una considerable huella de carbono debido al transporte de larga distancia. Con la nueva planta, se espera reducir estos impactos y aprovechar al máximo las condiciones fitosanitarias únicas de la provincia, lo que podría incluso abrir oportunidades para la producción de carne orgánica destinada a la exportación.
El frigorífico no solo reemplazará la antigua planta de faena ubicada en una zona urbana de Río Grande, que actualmente genera problemas ambientales y de convivencia con los vecinos, sino que también ofrecerá una infraestructura moderna y adecuada para la faena de ganado bovino, ovino y eventualmente porcino, cuya producción ha crecido significativamente en la región.
La administración del frigorífico podría mantenerse bajo la gestión del municipio de Río Grande, como ocurre con la planta de faena actual, o bien explorarse alternativas de colaboración con el sector privado, según se considere más eficiente para su operación. El proyecto ya ha superado todas las evaluaciones necesarias en términos de impacto social, económico y ambiental, y solo resta la aprobación final por parte del gobierno provincial para comenzar su ejecución.
Con esta iniciativa, Río Grande se posiciona para liderar el desarrollo pecuario en la región, reduciendo costos para los consumidores locales y generando nuevas oportunidades de empleo y producción. Además, el proyecto subraya el compromiso de la ciudad con la soberanía alimentaria y la protección del medio ambiente, al reducir significativamente la necesidad de transporte de ganado a largas distancias.
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