La presidenta del Centro de Autoayuda de Pacientes Oncológicos, Hilda Linares,dialogó con FM Del Pueblo en el marco de las distintas actividades previstas para celebrar los 32 años de esta institución que tiene mucho valor para la comunidad de Río Grande.

Al respecto, comentó que “hoy solo vamos hacer una merienda porque en todos lados, más allá de que cumplimos 31 años de este servicio para todos los pacientes oncológicos y esto fue fundado por Gladys Florentino y se trabajó mucho en pos de tener una mejor calidad de vida para los pacientes y para poder acompañarlos en todo lo que necesitan.”

En este sentido, recordó que “tuvimos que luchar muchísimo para lograr derivaciones y pasamos por muchas cosas cuando no había médicos oncólogos en la ciudad de Río Grande o venían cada 15 días. Haciendo una reseña, hemos logrado mucho, pero en este momento estamos viendo que hay muchas necesidades y a veces no llegamos a atender todo. Los ingresos cada vez son menores para los pacientes y no llegan a tener una buena calidad de vida y una buena alimentación. Son muchos hechos que tuvimos estos 31 años y hoy seguimos en estos”.

Asimismo, agradeció “totalmente a Gladys Florentino que ellos fueron los fundadores de CAPO y tomaron la posta y dijeron que tenemos que hacer algo por los demás. Comenzaron a trabajar en sus casas con nada y hoy tenemos una sede con gente que nos acompaña.Nosotros recibimos a personas mayores, pero también a muchos jóvenes y niños. El cáncer nos llega a todos y se despierta en cualquier momento sin entenderlo. Hay un alto promedio de niños y de gente joven de 20/30/40 años que está transitando la enfermedad y le pone todas las pilas.”

La presidenta de la institución advirtió que “aquellos pacientes oncológicos que tienen una jubilación y una pensión mínima, no llegan a cubrir sus necesidades porque todo aumenta y va hacia arriba. Hay obras sociales que comienzan a ajustar determinados medicamentos. Nosotros nunca nos metimos en política y atendemos a todas las personas. Creo que este momento es el más duro más allá de que en el 2001 también estuvo muy difícil, este momento está súper difícil y tenemos que trabajar muchísimo más y tratar de estar lo mejor posible.”

“Yo veo a los pacientes todos los días que reciben una quimio, pero son tan aguerridos que te empujan. Yo me saco el sombrero porque después de todos los tratamientos, están presentes intentando hacer algo por el otro y ayudar en lo que puedan. Ellos son quienes te representan y te dan una calidad de vida increíble”, concluyó.