La situación económica en Río Grande continúa siendo un tema de preocupación para comerciantes y consumidores por igual. En medio de un contexto inflacionario que golpea a todos los sectores, los locales de indumentaria no son la excepción. En pleno corazón del centro de la ciudad, Alan un tradicional comercio de ropa, enfrenta días complicados. Su encargado, Carlos, conversó con nosotros sobre las dificultades que atraviesa su negocio y la esperanza de un repunte en las ventas para el fin de año.
Un local lleno de mercadería, pero sin clientes
Alan solía ser un lugar muy concurrido, sobre todo durante esta época del año. El local, conocido por ofrecer una variada propuesta de indumentaria, se encuentra ahora en una situación muy diferente. "En estos momentos, el local está vacío de clientes, no de mercadería", nos cuenta Carlos. Con tono de resignación, pero también con un toque de optimismo, agrega: "¡Faltan los clientes! Propuestas referentes a moda hay, y ahora ya viene la nueva temporada de verano, con la llegada de la primavera, las fiestas y los egresados. Esperamos que tengamos un fin de año un poco más acorde que los años anteriores".
A medida que la nueva mercadería comienza a llegar, Carlos confía en que las próximas festividades puedan revertir la tendencia de los últimos meses. "Septiembre es un mes clave para nosotros, porque ya empiezan a llegar los nuevos productos y, a partir de octubre y noviembre, esperamos que los egresados y las fiestas generen más movimiento. Diciembre siempre es un mes de regalos y cambios de vestuario, así que tenemos esperanza".
El costo de la indumentaria y el impacto de la inflación
Uno de los grandes desafíos que enfrentan los comerciantes es lidiar con el constante aumento de precios. Carlos admite que, aunque los precios de la mercadería no han subido tanto como esperaba, la realidad económica sigue siendo difícil para los consumidores. "Todavía no nos hemos acostumbrado a la nueva economía", comenta. "Los precios van al ritmo de temporadas anteriores, pero con la inflación, todo es más complicado. Tratamos de ofrecer siempre propuestas que acompañen al cliente, pero sabemos que la situación no es fácil".
Además, señala que, a pesar de que el local cuenta con promociones y descuentos, las ventas han caído en comparación con años anteriores. "Yo lo veo en los números. Si comparo septiembre de este año con septiembre del año pasado, la caída es notable. Aunque las fiestas y los egresados nos traen algo de alivio, la realidad es que las ventas no están al nivel que solían estar".
El uso de tarjetas y billeteras virtuales: una nueva normalidad
Otro de los cambios que Carlos ha notado en los hábitos de compra de sus clientes es el uso de tarjetas de crédito y billeteras virtuales. "El efectivo casi no se ve", afirma. "La mayoría de las compras se hacen con tarjeta o mediante aplicaciones de billetera virtual. Esto ha sido un cambio importante, porque antes era común que los clientes pagaran en efectivo, pero hoy es diferente".
Este cambio, sin embargo, no ha sido suficiente para contrarrestar la caída en las ventas. Aunque el crédito permite a los consumidores seguir comprando, la baja demanda sigue siendo un problema para los comerciantes.
La resistencia del comerciante frente a la crisis
A pesar de todas las dificultades, Carlos no se plantea cerrar el negocio. "No, en ningún momento pensé en cerrar", asegura con firmeza. "Alan es más que un comercio, es parte de la historia de esta ciudad. Hemos pasado por situaciones difíciles antes, y aunque esta sea una de las más complicadas, vamos a seguir adelante mientras podamos".
Carlos también reflexiona sobre lo difícil que es trabajar en un contexto de inflación. "Es complicado para todos. Cuando comencé con este negocio, los impuestos eran mucho más bajos, y eso se reflejaba en los precios. Hoy en día, los costos se han disparado, y eso afecta tanto a los comerciantes como a los clientes. Los márgenes de ganancia son cada vez más pequeños, y si no tenés ventas, es muy difícil sostener el negocio".
Esperanza en el futuro y la importancia de las fechas clave
A pesar de los desafíos, Carlos mira al futuro con cierta esperanza. "Las fiestas siempre traen algo de alivio", dice, refiriéndose a las celebraciones de fin de año y las graduaciones. "Son fechas especiales en las que la gente suele gastar un poco más, renovar su vestuario y hacer regalos”
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