Carlos Albornoz, un comerciante de Río Grande, compartió sus impresiones sobre la situación económica actual, destacando los desafíos que enfrenta el sector comercial. "Está un poco complicado, hay una lógica a nivel nacional que es un ajuste, se siente, se sintió desde que está esta nueva gestión de diciembre en adelante", comentó Albornoz, refiriéndose al impacto de las políticas económicas recientes.
Albornoz señaló que aunque hubo una leve recuperación gracias al Día del Padre en junio, la situación sigue siendo difícil. "Te diría que hasta abril, mayo, junio y lo que va de julio, el Día del Padre ayudó, en el mes de junio ayudó bastante, hay como una mini recuperación, no es lo que era años atrás, cambió mucho, fue cambiando esto progresivamente", explicó. Su negocio, que solía emplear entre ocho y nueve personas, ahora opera con solo tres empleados, reflejando una caída constante en los últimos años.
El impacto de la caída económica es evidente en el comportamiento de los consumidores. "Acá a veces se siente que abren la puerta y que el que entra compre, pero bueno, vienen a ofrecer bizcochitos, pan, eso no se veía, hoy tenés 4 o 5 personas que entran por día ofreciendo este tipo de alimento", mencionó Albornoz, subrayando cómo la necesidad ha llevado a más personas a buscar ingresos alternativos.
Además, Albornoz destacó los desafíos específicos de su rubro, relacionado con los cambios de temporada y la moda. "Este rubro es un poco complicado, porque los cambios de temporada hay un estilo tan más arriba que lo que es la inflación, ¿no es cierto? Hay que adaptarse a eso, lo que es la moda, lo que es la calidad y todo", explicó. Actualmente, su hija está en Buenos Aires comprando mercancía y enfrenta precios alarmantemente altos, lo que añade otra capa de dificultad a su negocio.
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