Durante la noche de este viernes, personal policial debió acudir al boliche Maldito Ibiza a raíz de que Belen Ibarra se había encadenado en una de las puertas en forma de protesta por el piedrazo que recibió su hermana en la madrugada de la Navidad, quien se encuentra internada en Ushuaia.
Minuto Fueguino estuvo presente en el lugar en donde además habían colocado carteles y amigos de la familia se manifestaban bombos.
En primer lugar, Belén dijo “estoy encadenada y hasta que la jueza que está a cargo de la causa no se acerque a hablar conmigo y vuelva a clausurar el lugar, yo de acá no me voy a mover. A mí me parece una falta de respeto lo que están haciendo. El daño, lamentablemente, ya lo causaron en el momento que arrastran como un perro a mi hermana y la dejan tirando. Ella, de milagro, ahora está viva. Pero ustedes no saben con la cantidad de secuelas que va a quedar. Mi hermana sigue delicada de salud, ahora tiene una cirugía programada para el 3 de enero. No la pueden operar ahora por el hematoma que tiene en la cara. Le van a colocar son tres placas de titanio, ya que ella tiene hundimiento maxilofacial, múltiples fracturas, tiene la nariz fracturada, el ojo izquierdo con falta de visión, o sea, perdió la visión del ojo izquierdo”.
En relación al reclamo que llevaron adelante explicó que “me parece una falta de respeto por parte de la Jueza de Faltas y de toda la gente que está detrás de todo esto. La policía que en primer momento no nos dio las garantías que necesitábamos. Nos negó a hacer la denuncia, prácticamente tuvimos que apretar y no callarnos para que nos tomaran la denuncia. Y amenazar que si ellos no nos tomaban la denuncia íbamos a ir directamente a fiscalía. Entonces ahí es donde accedieron a tomar la denuncia”.
A esto se le sumó que “el boliche con los primeros que se comunicaron fue con los testigos, para juntarse y arreglar. El daño que ellos le causaron se lo causaron a mi hermana, y ni por más plata que ellas quieran poner ya el daño lo causaron. Ellos tendrían que haber sido más humanos, ellos tendrían que haber llamado a la ambulancia y prestarle la atención médica necesaria a mi hermana ahí adentro. Mi hermana estaba desangrada adentro del boliche inconsciente. Lo primero que atinaron así fue sacarla arrastrando y tirarla ahí en la vereda. Peor que un perro. Te vuelvo a repetir, mi hermana está viva de milagro. Pero yo no sé cómo va a quedar. Eso ya no se lo devuelve nadie. La salud que perdió ya no se la devuelve nadie”.
Además, recordó que “hay muchos casos acá en este boliche que sucedieron que quedaron impunes. Ellos se creen que, porque ponen un par de pesos, compran a la gente, compran testigos, compran a los jueces, compran a los políticos. A mí no me compra nadie, a mí no me compra nadie. Yo no me voy a callar, porque hoy me está pasando a mí, le está pasando a mi hermana y a mi familia, ellos no saben el dolor que causaron”.
Para finalizar recalcó que ella junto a su familia y amigos buscan que este boliche, el cual ha ocupado varias crónicas policiales en lo largo de estos tres años que lleva abierto “cierre hasta que esto se aclare. Porque acá hay diferentes culpables, todos tienen una responsabilidad y esa responsabilidad hay que pagarla”.
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