El Presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José “Gigi” Iglesias, dialogó con FM La Isla sobre el debate que se viene llevando adelante en torno a las ferias populares que generaron un fuerte rechazo en una parte importante del sector comercial de la ciudad.
Al respecto, indicó que “uno no quiere andar tirando bombas como que se no se hace nada, pero a veces parece que faltara el factor anímico que se diluye en los escritorios. Con lo de las ferias hay una normativa que hay que cumplir; entonces si vos querés hacer una normativa para luego no cumplirla, nos vas a tener en contra”.
Sobre las últimas reuniones, comentó que “nosotros somos una IGJ y en representación de los comercios de Río Grande, aún a costa de sufrir este patoterismo y estas pavadas como si estuviéramos en contra de todo y queriendo dividir. Acá hay una normativa que hay que cumplir, ahora si no la queremos cumplir, que no la cumpla nadie. Pero hacer una cosa, que se parezca a otra, es muy retorcido. No puede ser que cuatro tipos se lleven toda la plata porque se les ocurrió vender cosas que de otra forma no pueden. Nosotros presentamos nuestra opinión sobre el proyecto de modificación de ordenanza, y presentamos un complemento de la ordenanza para que trabajen. Esto es muy serio y no se puede darle comida a la gente sin que haya controles. Cuando las ferias las hace el Gobierno o el Municipio, está todo ordenado. Estas ferias se quieren hacer de cualquier forma y no se puede autorizar. Es bajarle el precio a la ciudadanía”.
En este sentido, advirtió que “el que organiza todo esto, es el mismo que después le saca un montón de plata a la gente para mantenerle y habilitarle el puesto. Tienen que estar registrados. Nosotros no dijimos cuándo se pueden hacer las ferias porque es la normativa la que lo dice. El tema es que lo que se denomina como feriante, no es un tema genérico, está definido en la Ordenanza. Por ejemplo, cuando vos organizas un baile o un cumpleaños, sabes que tarjeta está en un determinado porcentaje. Hay que controlar a todos y sino no controlen a nadie. Es una locura tratar de hacer una ordenanza a medida de estas irregularidades”.
Iglesias destacó el diálogo con el Municipio “y en general, con todos. Es horrible que se mezcle con las necesidades de la gente y se hagan cosas por lástima. Cuando haces este tipo de cosas, vendes cosas de contrabando y no tiene factura, eso está penado. Es un delito federal y verdaderamente si hubiera una responsabilidad mínima se controlaría a los cuatro o cinco vivos que organiza la compra de todo esto para venderles a la gente cosas truchas. Hay que investigar porque encubren hasta maniobras de lavado de dinero. Como es muy complejo este tema, acercamos nuestra opinión y los elementos a los concejales para que observen las distintas circunstancias y después que llamen al resto de los actores de esta discusión. Todos sabemos que por todos lados proliferan un montón de cosas que no están permitidas, y, además, querés autorizarlos para que todo eso no está permitido se haga, no se sabe a dónde quiere llegar”.
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