En un testimonio conmovedor y alarmante, Víctor Oliveira, un trabajador independiente de Río Grande, relató cómo podría haber sido víctima de una estafa que lo habría dejado con una deuda de más de 30 millones de pesos y sin el vehículo por el cual aparentemente se había tramitado el crédito. Oliveira, quien se dedica al corte de césped y jardinería, explicó que todo habría comenzado cuando fue contactado por un individuo que supuestamente lo convenció de firmar documentos bajo la promesa de que se trataba solo de un trámite de patente para una camioneta. A cambio, Oliveira habría recibido 200 mil pesos, sin saber que, potencialmente, estaba firmando papeles para un crédito prendario.
El hecho podría haber ocurrido hace poco más de un mes, cuando Oliveira firmó los documentos en una concesionaria Ford de Río Grande, según lo que relató. En ningún momento habría sido informado de que estaba autorizando un crédito millonario, y mucho menos que la camioneta en cuestión, una Ford Territory, sería entregada a otra persona. “A mí me llamaron para firmar por la patente, me dijeron que era solo eso”, explicó Oliveira, aún conmocionado por la situación. Sin embargo, días después, un amigo lo habría alertado sobre la existencia del crédito a su nombre, lo que lo llevó a investigar y descubrir la magnitud del posible fraude.
Al acudir al banco para esclarecer la situación, Oliveira se enteró de que el crédito habría sido aprobado y que la camioneta ya habría sido retirada. Lo más desconcertante es que nunca habría sido consultado sobre la viabilidad del crédito ni se le habría pedido respaldo financiero, como recibos de sueldo o alguna garantía económica, para un monto tan elevado. “Yo no firmé ningún papel en el banco, ni me dieron esa plata. Si hubiese sabido, habría usado ese dinero para comprarme una casa, no una camioneta”, comentó con frustración.
Oliveira ahora enfrenta la abrumadora realidad de una deuda que podría superar los 30 millones de pesos, con pagos mensuales de más de un millón de pesos hasta el año 2029. “No sé cómo voy a hacer para pagar esto. Yo corto césped, no tengo ingresos suficientes para una deuda así. Es imposible”, lamentó. Además, expresó su preocupación por la posibilidad de que ocurran accidentes o problemas legales relacionados con la camioneta, ya que el vehículo aún figura a su nombre.
En su denuncia, Oliveira detalló cómo habría sido engañado y mencionó a las personas que podrían estar involucradas, incluyendo a un empleado de la concesionaria Ford, quien, según Oliveira, estaría implicado en la operación fraudulenta. “Ellos deben estar metidos en esto desde antes. Yo nunca había sacado un crédito ni entrado a una concesionaria. No entiendo cómo pudieron hacerlo sin que yo me diera cuenta”, añadió.
Oliveira también comentó que, tras descubrir la estafa, se habría encontrado con uno de los involucrados en un supermercado, donde esta persona lo habría amenazado e intentado sobornarlo para que dejara de investigar y hacer denuncias. “Me ofreció más plata, pero lo que quiero es resolver esto, devolver la camioneta y terminar con esta pesadilla”, expresó Oliveira.
La denuncia ha sido presentada ante las autoridades judiciales, pero hasta el momento Oliveira no ha recibido ninguna actualización sobre el avance de la investigación. Este caso podría poner en evidencia graves fallos en los controles bancarios y en las prácticas de concesionarias, que habrían permitido que operaciones fraudulentas de esta magnitud puedan llevarse a cabo sin que las víctimas tengan conocimiento alguno.
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